Estudios científicos observan que el estrés puede provocar acumulación de grasa en el abdomen.
¿Lo que pensamos y sentimos puede afectar a nuestra figura? Y, lo que es más importante: ¿a nuestra salud?
Según la doctora Carol A. Shively de la Universidad de Wake Forest, sí.
Esta investigadora comprobó que macacos hembras que estaban sometidas a estrés social desarrollaban obesidad abdominal. En el caso de una colonia de macacos, el estrés social se refiere a estar en la parte más baja de la jerarquía, es decir, que eran dominadas por otros de su especie, teniendo pocas posibilidades de tener un mayor control sobre sus vidas.
En humanos, el Dr. David Katz, director y cofundador del Centro de Investigación de Prevención de Yale y Sir Michael Marmot (médico y Profesor de Epidemiología y Salud Pública de la Universidad de Londres) han llegado a estas mismas conclusiones. El primero, señala que se ha encontrado que el estrés puede promover la acumulación de grasa visceral, provocando cambios metabólicos en el cuerpo. Marmot llevó a cabo un épico estudio durante 40 años llamado Whitehall, encontrando que las condiciones en las que se vive y trabaja son vitales para estar sanos y que cuando las personas se sometían a estrés y se sentían poco valorados en su trabajo y, en general, en sus vidas, los índices de enfermedad se disparaban.
Pero, ahí no acaba la cosa, el Dr. Michael Ender y su equipo encontraron que la cantidad de horas que dormimos también influye en nuestra báscula. Hallaron que las personas que dormían más de seis horas y no más de ocho, junto con otro factor, tenían más éxito en un programa para perder peso.
¿Sospecháis cuál es ese “otro factor”? ¡El estrés social! Aquellos que dormían de 7-8 horas y que tenían niveles más bajos de estrés, eran los que bajaban peso con más éxito. Explicaron que el estrés social está relacionado con el aislamiento de la persona, tener poco control sobre sus vidas, no tener libertad para tomar sus propias decisiones y estar sometidos a situaciones de hostilidad.
Teniendo en cuenta todas estas investigaciones, si bien, sentirnos guapos y guapas es maravilloso, te propongo además, que inviertas en hábitos saludables, pues la salud… ¡es bella!
Fuentes:
-Documental “Stress, Portrait of a Killer”. National Geographic (2008)
-Social Stress, Visceral Obesity, and Coronary Artery Atherosclerosis: Product of a Primate Adaptation (2009) Carol A. Shively, Thomas C. Register, and Thomas B. Clarkson.
-Charles Elder, M.D., M.P.H., Center for Health Research, Kaiser Permanente, Portland, Ore.; David L. Katz, M.D., M.P.H., director, Prevention Research Center, Yale University School of Medicine, New Haven, Conn.; March 29, 2011, International Journal of Obesity, online.
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