Por Vanessa Pragasam
¿No sabéis dónde ir en el próximo puente?… Os propongo una escapada a Oporto, uno de esos lugares que dan la sensación que tienen poco que visitar y al final sorprenden por el gran interés que reúnen.
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Oporto es la segunda ciudad más grande de Portugal por detrás de Lisboa y, por su cercanía con España, hace que sea un destino muy cómodo y atractivo para los turistas españoles, incluso para una escapada de fin de semana. Gracias a que su casco histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1996 y capital cultural europea en el 2001, la ciudad ha despuntado turísticamente.
Quizás estamos acostumbrados a trasladarnos a ciudades monumentales cuando tenemos 3 días de vacaciones, pero Oporto tiene un sabor especial, mucho por descubrir, una fantástica gastronomía y preciosos alrededores, si decides ir en coche, que sacan lo mejor de una ciudad, hasta hace poco adormecida.
Cómo moverte
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La forma más económica de trasladarse desde el aeropuerto de Oporto es en metro… En menos de 20 minutos estamos en nuestro hotel, Infante de Sagres, justo en el centro histórico y a 2 minutos de la Avenida de los Aliados, un buen punto de partida para empezar a descubrir la ciudad.
Día 1: Qué ver
Con sus edificios ‘art noveau’ del siglo XX, está presidida por el Ayuntamiento y llega hasta la Plaza de la Libertad, la más importante de Oporto, en cuyo centro veréis una estatua ecuestre del Rey Pedro IV.
Siguiendo por la Avenida, llegamos a la estación de tren de San Bento: uno de los tesoros de la ciudad, decorado con 20.000 azulejos que relatan la historia de Portugal y sus transportes.
Desde ahí decidimos coger Rua de 31 de Janeiro… Empinada y típica calle llena de tiendas tradicionales y restaurantes junto con la Rua de Santa Catarina.
Pasamos por delante de la Iglesia de San Ildefonso y viajamos a la belle epoque portuense haciendo una parada en el Café Majestic. Se trata de un histórico en Oporto que data de los años 20 y mantiene su decoración art deco. No sé si merece mucho la pena pagar sus astronómicos precios, os lo dejo a vuestra elección.
Bajando por la rúa de Fernándes Tomás veréis el Mercado do Bolhao, un lugar nostálgico y medio ruinoso donde los vendedores exponen sus frutas y verduras como si nunca hubiera pasado el tiempo… Refleja perfectamente la decadencia en la que han vivido y viven.
Volvemos a la Plaza de la Libertad y nos dirigimos por la Rua dos Clerigos hasta la Torre Dos Clérigos. Es la torre más alta de Portugal, con seis pisos y 76 metros de altura, y tras subir sus 225 escalones, disfrutamos de una de las mejores vistas de la ciudad.
Las empinadas cuestas se ven recompensadas con el encanto auténtico de edificios con paredes desconchadas, callejuelas adoquinadas, serpenteantes caminos y una mezcla de tristeza y modernidad.
Qué comer y dónde cenar
Una de las grandes ventajas de Oporto, es que comer es bastante barato, a todos los niveles. Su cocina es lo suficientemente abundante y variada como para no aburrir a nadie, eso sí, hay que seguir sus horarios, si no nos quedaremos sin comer. Suelen comer a eso de las 13:00 y cenar sobre las 20:00.
La especialidad local de comida rápida, calórica y barata es la francesinha… Una especie de sándwich con varias capas de embutidos, carne y quesos bañada en una consistente salsa algo picante… muy light, ¿verdad?.
Muy cerca tenemos la Librería Lello e Irmao, una librería de ensueño que ha servido de escenario para rodar algunas escenas de la película Harry Potter. Con una fachada neogótica, la decoración interior es deslumbrante y acogedora, con techos y estanterías de madera que aportan calidez a este auténtico “santuario de libros”.
Después de descansar en el hotel, decidimos ir a cenar al restaurante Don Tohno (muy recomendable), en la zona de la Ribeira, uno de los lugares más animados frente al Río Duero, admirando la Ponte Dom Luis y Vila Nova de Gaia, donde pudimos degustar uno de sus platos típicos, como el bacalao, acompañado de un gran vino. En la zona de Vila Nova tienen otro acristalado pero de comida más creativa, ahí ya es cuestión de gustos.
El puente Dom Luis es el puente más famoso de Oporto. Se construyó en 1881 proyecto de un discípulo de Gustave Eiffel, por eso la estructura y diseño recuerdan a la famosa Torre Eiffel de Paris. Desde aquí, los colores nocturnos de la ciudad de Oporto, enamoran.
Dónde escuchar fados
¿Cómo vamos a estar en Oporto y no ir a escuchar un fado?. Cada vez son más los que disfrutan y aprecian esta triste y conmovedora música, una de las expresiones culturales portuguesas. Dicen que lo ideal es ir a cenar y disfrutar de la buena comida tradicional portuguesa con la música en vivo, nosotros como ya teníamos la cena organizada, fuimos sólo un rato a tomar una copa. Los mejores sitios se encuentran cerca de la Catedral y el Palacio de la Bolsa, siendo los más clásicos el Mal Cozinhado u O Fado, dedicado por entero al fado.
Día 2
Después de un pequeño madrugón, nos dirigimos a ver la Catedral de la Sé. Tal vez por fuera no parezca un edificio demasiado llamativo, pero en su interior guarda un gran tesoro. De estilo románico, lo más llamativo de su fachada es su enorme rosetón. En la plaza, llama la atención un pelourinho, que no es otra cosa que una columna en la que antiguamente se colgaba a los criminales de la ciudad a modo de castigo.
El claustro está rodeado por multitud de azulejos que representan escenas religiosas del Cantar de los cantares, relativas al diálogo entre Dios y la Virgen, personaje a quien está dedicada la catedral.
A escasos cinco minutos de la Catedral, tenemos el Palacio de la Bolsa, joya neoclásica del siglo XIX, catalogada como Monumento Nacional y donde se realizan la mayoría de las recepciones oficiales del Estado en el Norte de Portugal. Hacen visitas guiadas, por si os interesa ver por dentro el patio de las Naciones o la sala árabe.
Enoturismo en Oporto
Es la hora de convertirnos en enoturistas por un rato en la cuna de los vinos de Oporto, Vila Nova de Gaia. Unida por el puente Dom Luis, es una ciudad con carácter propio. Las bodegas se extienden alineadas desde la orilla y están abiertas al visitante. Podéis visitar sólo la bodega que queráis o combinarlo con una excursión en barco por el río Duero.
Nosotros estuvimos visitando la bodega Taylors, recomendada por ser una de las más antiguas y por su restaurante, Barao de Fladgate con sus espectaculares vistas de la ciudad de Oporto, pero Ramos Pinto o Sandeman también están dentro de las más visitadas. Lo mejor es dejarse seducir por el olor a barril, los aromas ácidos y dulces que evocan sabores peculiares, la oscuridad de las bodegas y, finalmente degustar alguno de esos vinos con fama internacional. El olor a vino dulce y amargo se respira totalmente en esta zona, en la que también podéis sentaros en sus jardines mirando la Ribera del Douro.
Rua de Miguel Bombarda
Hacemos un descanso en nuestra ruta turística por Oporto para irnos a la Rua de Miguel Bombarda. Si os gusta el arte, ésta es una de las calles europeas con más galerías de arte y multiespacios vanguardistas por metro cuadrado. En las calles perpendiculares, el arte y el diseño se expanden por cada esquina. Es espectacular para quienes pierden la cabeza con el mobiliario de diseño o desean ilustrar las paredes de su casa con nuevos nombres del arte.
Cenar en Playa de Matosinhos
Llega ya la hora de cenar y nos dirigimos a uno de los lugares por excelencia, donde los locales van a comer buen pescado: la playa de Matosinhos, a través de la Avenida de Boavista, donde se despliega un enorme litoral marítimo, interesante arquitectura contemporánea y el mejor pescado de la zona.
Hay varios restaurantes de pescado a la parrilla a lo largo de la Rua Herois de Franca, como el Sao Valentim, cerca del puerto de contenedores, donde podréis degustar desde una deliciosa dorada, unas magníficas sardinas o los mejillones, otra de las delicias gastronómicas de Matosinhos, eso sí, a unos precios mucho más económicos que en el centro de Oporto.
Día 3
Nuestro último día lo dedicamos a recorrer un poco la zona de Foz do Douro, donde el Duero se encuentra con el Atlántico. Es una de las zonas residenciales más prestigiosas de Oporto, escogida por familias de clase alta por sus modernos y cómodos edificios, además de las privilegiadas vistas. Merece la pena su paseo marítimo y llegar hasta el Faro de Felgueiras, donde se puede ver la naturaleza en toda su furia, con enormes olas que parecen como si quisieran tragarse cualquier persona que se interpusiera en su camino.
Como hace un día espectacular, volvemos a Matosinhos. Sus playas muestran mucha animación en cualquier época del año, ya sea por el sol y el mar o por las diferentes actividades que se pueden realizar.
Pasando el puerto de Matosinhos, se encuentra la playa de Leça da Palmeira, donde están las famosas piscinas de agua salada, llamadas Piscinas da Marés, hechas por el arquitecto Siza Vieira, el más internacional de los arquitectos portugueses. Los muros de las piscinas se extienden hacia el mar y se funden con la roca natural. El nivel del agua está estudiado de tal forma, que los bañistas no pueden casi distinguir donde termina lo artificial y donde empieza lo natural. Son una auténtica maravilla.
De camino a nuestro hotel, paramos en el barrio de Boavista, en uno de los símbolos del nuevo Oporto: La Casa de la Música, construida sobre una base arquitectónica muy vanguardista. Hoy en día representa un icono de Oporto y uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad.
Portugal tiene mucho que ofrecer y en especial Oporto, a menudo olvidado, guarda aún muchos secretos que están por descubrir… Lo mejor es callejear, perderse por sus estrechas callejuelas o acabar en una bodega degustando un dulcísimo vino Oporto… Saben conservar lo castizo pero sin perder de vista el futuro como pioneros en vanguardia y modernidad.
Espero que podáis disfrutar pronto de tan magnífica ciudad.
16 Comentarios
Fantástico artículo sobre Oporto. Me gustan mucho tus reportajes. Enhorabuena!!!!
Ayer estuvimos hablando justamente de Oporto. MI hija se va a Lisboa con el colegio y comentábamos que Portugal está de moda de nuevo.
Salió a la conversación que, justamente empresarios hoteleros están comprando terrenos en Portugal para edificar y que dentro de cinco años, Portugal estará por las nubes.
Nos han recomendado Oporto y ahora veo tus recomendaciones que nos vienen de perlas. Gracias
Me lo apunto, amo Portugal
Que maravilla Oporto, tengo muchas ganas de volver!
Oporto es una ciudad con mucho encanto
Genial post. Yo estuve este verano y me enamoró. Las visitas de enoturismo, muy recomendables, lo disfrute mucho.
He estado hace dos meses y he visto el 80% de las cosas que recomiendas. Vuelvo en enero, así que verá lo que me ha faltado
Un viaje fantástico
Mi lugar preferido es The Yeatman en oporto
Fui hace muchos años. Con ganas de volver
Oporto es una ciudad fascinante. Me ha gustado tu artículo y cuando vuelva lo seguiré al dedillo!! 🙂
Fui hace años y tengo que volver a repetir, tendré muy en cuenta tus recomendaciones
muchas gracias por la info, qué ganas de ir!
Estuve hace unos años con mi familia y me encantó. Me parece que tiene un encanto que hace que sea una ciudad de lo más atractiva 🙂
Creo que debería volver porque la verdad es que he ido dos veces y no me ha enamorado! Igual si vuelvo con tus consejos y ruta me enamora 🙂
Me fascina esa ciudad!!!!Fui hace mucho tiempo y todavía recuerdo su encanto , con sus callejones , sus bodegas!! Ayyy el vino verde
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