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¿Qué es lo que te lleva a preocuparte?
Millones de personas viven en un constante sufrimiento de que tengan o puedan tener una horrible enfermedad. Se centran en sus “síntomas”, que a menudo son pequeñas diferencias de la norma. Un dolor de cabeza se interpreta como un tumor cerebral, la indigestión es un signo de que está teniendo un ataque al corazón, la fatiga se convierte en un signo seguro de cáncer. Las personas con hipocondría usan en exceso los servicios médicos, abusan de Google, buscan artículos sobre sus “enfermedades”, revisan su piel bajo lentes de aumento, piden ayuda a Dios para que no mueran y viven en constante preocupación por algo que realmente no tienen. Estas personas a menudo son conocidas por los profesionales médicos como “compradores-médicos”, yendo de un médico a otro. Cuando el primer doctor dice: “No encuentro nada malo”, buscan una segunda y una tercera opinión. Nada los satisfacerá.
Las estimaciones de la prevalencia de ansiedad en personas con hipocondría, varían ampliamente, de menos del 1% a más del 7%, pero los profesionales médicos encuentran en su práctica a menudo, personas agobiadas con estas quejas y preocupaciones. Pueden llamar al médico repetidamente, a menudo quejándose de cualquier incomodidad que puedan tener.
Se podría decir que es una ansiedad concreta sobre la salud o fuertes preocupaciones de salud. A lo largo de dos post, veremos qué conlleva tener este tipo de ansiedad y cómo podemos mitigarla.
¿Qué es lo que impulsa a que tengamos esta preocupación y esta ansiedad por miedo a cualquier enfermedad?
Crees que preocuparte por tu salud te protege:
Obviamente, hay algo de verdad en esto. Si no tiene chequeos con regularidad y no sabes cuál es tu estado de salud, cualquier anomalía puede provocarte preocupación. Las personas con ansiedad por la salud piensan que estar en alerta constante y la búsqueda de consuelo los mantiene en guardia y que, en caso de contraer la enfermedad, será antes de que sea demasiado tarde. La pregunta es: ¿Qué nivel de preocupación es prudente? ¿Qué es obsesivo? Si tienes un largo historial de predicciones falsas, compras medicamentos sin prescripción, buscas consuelo por doquier…. entonces no te estás protegiendo, te estás perjudicando a ti mismo.
Tienes ideas perfectas sobre la salud y las funciones corporales:
En lugar de ver las funciones de tu cuerpo como variables y que incluyen molestias ocasionales (dolores, molestias, dolores de cabeza, náuseas, mareos), crees que cualquier cosa que no sea un funcionamiento o sensación perfecta es una señal de que tienes una enfermedad grave. Pero los cuerpos y las funciones no son perfectos. Un dolor de cabeza es probable que sea un signo de nada especial. Pero puedes sacar conclusiones porque tu valor predeterminado es la muerte.
Igualas la incertidumbre con una catástrofe que está a punto de suceder:
Piensas qué si hay alguna duda, significa que tienes la responsabilidad y la necesidad de seguir buscando más evidencias. Pero la incertidumbre es neutral. El hecho de que no lo sepas no significa que sea un mal resultado.
Evitas personas, lugares y cosas que te recuerden a la enfermedad:
Algunas personas con ansiedad de salud usan la evasión para sobrellevar la situación. Pueden evitar a las personas que están enfermas (“No quiero atrapar lo que él tiene” o “Me recuerda a la enfermedad”), lugares (hospitales) o cosas (televisión o películas que te recuerdan a la enfermedad). Algunas personas con ansiedad por la salud en realidad evitan acudir a un médico porque no quieren saber nada malo.
Buscas información sobre la enfermedad
Es posible que te hayas enamorado de Google porque continuamente buscas en Google síntomas y enfermedades. ¿Cuándo fue la última vez que buscó un síntoma o una enfermedad con la idea de que se encontraría descrito en un artículo? Por supuesto, si busca “cáncer”, encontrará millones de artículos con miles de “signos” de cáncer. Pero eres imparcial y desequilibrado en tu búsqueda. Esto solo aumenta tu ansiedad.
PSICOLOGIA CLAVE: Elena Sánchez-Porro Frías e Irene Albert Cebriá
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