La flexibilidad puede que sea una de las cualidades físicas que menos entrenamos en el gimnasio o en el mundo del fitness. Pero no debemos olvidarnos de ella. A continuación os explicaré los beneficios de entrenar esta cualidad física.
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Beneficios:
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Realizar con mayor facilidad todo tipo de movimientos; previene lesiones deportivas y mejoar la amplitud de movimiento de las articulaciones. Muchas de las personas que entrenan flexibilidad, se “quejan” de ser poco flexibles y por eso abandonan en el intento. Vamos a repasar cuáles son los factores que afectan a la flexibilidad.
Factores:
- Estructura de la articulación
- Edad
- Sexo
- Temperatura (Este factor es importante, ya que si la temperatura es baja el rango de movimiento se ve acortado, por lo que deberemos de ser más insistentes (y pacientes) a la hora de entrenar la flexibilidad.
Mejores ejercicios para trabajar la flexibilidad:
Torsión de espalda: Sentado en el suelo. Pierna derecha estirada. Dobla la izquierda y pásala por encima de la derecha. Coloca el brazo izquierdo por encima de la rodilla flexionada y presiona con el codo para hacer una torsión de espalda. Siente el estiramiento. Repite al otro lado.
Flexión de cadera: Sentados en el suelo y con las piernas estiradas (sin doblar las rodillas) flexionamos el tronco intentando tocar los pies con nuestras manos (importante mantener la postura final unos segundos).
Muslos y cadera: Tumbado boca abajo. Flexiona una pierna y coge el pie con la mano del mismo lado. Tira de ella todo lo que puedas sin que el muslo se despegue del suelo. Cambia de pierna.
Lumbares: Tumbados boca abajo procedemos a levantar el tronco ayudándonos con las manos, acabando en una posición en la que dejamos las piernas pegadas al suelo y el tronco completamente despegado desde la cadera (mirada al frente).
Abductores: Este ejercicio es la clásica “mari- posa”. Sentados con los pies juntos y estos próximos a nuestra cadera, procedemos a “balancear” las piernas arriba y abajo, de tal modo que con el tiempo podamos ir aproximando más los pies a la cadera.
Zancada: Una pierna se adelanta, como en las zancadas normales, con la rodilla en 90 grados y la otra está estirada hacia atrás, pero apoyada en un banco o en una silla. Es difícil mantener la posición. Aguanta y cambia de lado.
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