Son langostinos que se pescan y se sirven al cliente en el día. Su sabor y textura son excelentes.
¿Qué hace una granja de estos crustáceos en medio de Castilla y León, a cientos de kilómetros de la costa?
Una superficie de 7.000 m 2, 24 piscinas a 28º C, 5 millones de litros de agua y un equipo humano altamente cualificado y especializado dan como resultado Gamba Natural.
Una granja única en Europa con unas instalaciones de alta tecnología y respetuosa con el medio ambiente donde se recrea su hábitat natural, con una gran diferencia este ‘mar’ de Medina del Campo está limpio y puro.
Son ecológicos, frescos, llenos de sabor, únicos e incluso felices, el resultado, son unos langostinos igual de naturales, sin conservantes, ni sulfitos, es decir, sin química ni antibióticos.
El noruego Bjorn Aspheim, un emprendedor proveniente de la industria de la acuicultura, trajo a España un sistema propio para criarlos en un entorno puro, con un proceso reciclado –porque no se desaprovecha ni una gota de agua-, natural y sin contaminación.
Al estar tierra a dentro, en una nave cerrada, se evitan las impurezas del mar y los elementos externos que lo contaminan y a través de agua, del grifo, mezclada con sal del Mar Rojo se obtiene su hábitat natural.
Gamba Natural (Carretera de Olmedo, CL-602, km. 2’5. Medina del Campo. Valladolid. www.gambanatural.es
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