¿Quién se siente más incómodo en una conversación sobre sexo, los hijos o los padres?, ¿A quién le cuesta más preguntar, sincerarse, contar experiencias?. Os contamos cómo educar sexualmente a vuestros hijos.
Nomofobia, miedo irracional a estar desconectado
Cómo cuidar correctamente la piel de nuestros hijos en verano
Sin duda en nuestra sociedad es poco habitual que se mantengan conversaciones sobre este tema, se mezclan los miedos de los progenitores a no saber qué y cómo responder, con la vergüenza que suelen manifestar los hijos y la poca confianza. Es habitual que los padres estén pendientes de las notas del colegio o del instituto, de la forma de vestir, de las compañías que tienen, de si son educados o no a nivel social… Pero, ¿qué pasa con la vida sexual de los hijos?, y los hijos… ¿Qué saben de la de los padres?.
La primera referencia, la primera imagen, que recibe un niño del concepto de pareja y del comportamiento erótico-sexual, es de los padres. Así, parejas que se muestran más afectivas, que demuestran más gestos de cariño y de eroticidad, suelen tener hijos que tienden a mantener este comportamiento en el futuro. Sin embargo, aquellas parejas más reacias a demostrar dichos sentimientos, suelen tener hijos más austeros en ese sentido.
Lo cierto es que, si a los padres les interesa participar en la educación sexual de sus hijos, es necesario naturalizar al máximo las posibles conversaciones y también los comportamientos. Puede ser hasta cierto punto irresponsable, dejar que esa educación sexual se fragüe únicamente en el ámbito escolar (el sistema educativo actual no aporta mucho en este sentido), en el círculo de amistades o mediante las nuevas tecnologías. Por eso, se aconseja es aprovechar cualquier circunstancia o pregunta del niño para poder mantener una conversación, más o menos larga sobre el tema que haya surgido.
Si los padres tienen claro qué transmitir, sólo tienen que contarlo adecuándose a la edad y madurez del niño y haciéndolo lo más natural posible.
Cómo se hacen los niños
Índice de Contenidos
Es decir, ante la clásica pregunta de “¿Cómo se hacen los niños?” la respuesta variará según la edad. Está claro que a un niño de 4 años no se le puede explicar un coito. Pero, por ejemplo, y sólo es un ejemplo, sí se les puede decir que, cuando los papas se quieren mucho y se dan muchos besos y abrazos y tienen muchas ganas de tener un bebé, este comienza a crearse en la tripa de mama. Sin embargo, si es un preadolescente el que lo pregunta, según la madurez, sí se puede dar una respuesta más biológica. En este caso y, según las encuestas, es fácil que a los 8 años ya tengan dudas, porque han escuchado algo en su medio escolar, o a otros niños mayores de su entorno. Es el momento de aprovechar la oportunidad para poder explicarles manteniendo una distancia emocional adecuada… Ni muy corta, en la que se le agobie y no se le deje pensar por sí mismo, ni muy larga, donde se esté rayando la indiferencia y los hijos vean inaccesibles a los padres. Se les tiene que dar seguridad y la sensación de que se está disponible para consultas sobre los primeros amores, los deseos, los comportamientos sexuales, los métodos de protección, etc.…
Por último, también se les debe transmitir la importancia de las relaciones eróticas de besos y caricias, a las que hay que dedicar mucho más tiempo, que las disfruten y se recreen porque es la mejor manera de conocer sexualmente a la persona por la que se interesan, para luego llegar o no a las relaciones coitales, que conllevan más riesgo. Y llegados a este punto, explicarles los métodos de protección, no sólo desde el punto de vista de la anticoncepción, sino también desde la importancia de evitar las enfermedades de contagio sexual.
Deja un comentario