Por Vanessa Pragasam

Dublín es una de las capitales más pequeñas de Europa. Conocida por sus encantadoras calles, coloridos portales, música en vivo y arquitectura histórica, sólo necesitarás dos días para recorrerla. Toma nota de lo que necesitas para tu viaje: Cómo moverte, dónde alojarte y qué atracciones visitar para que no te pierdas nada.

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Cómo ir del aeropuerto al centro

Dublín, a diferencia de otras ciudades de Europa, sólo tiene 1 aeropuerto con dos terminales. Se encuentra muy cerca del centro, a tan solo 14 kilómetros de las calles principales de Dublín, o lo que es lo mismo, alrededor de 30 minutos dependiendo de la opción de transporte que se elija.

• Autobús urbano: Coger el autobús urbano para ir desde el aeropuerto al centro de la ciudad es la opción más barata y la más lenta. Hay dos líneas que te llevan al centro por un precio de 2,5€. El trayecto tiene una duración de entre 30 y 50 minutos dependiendo del tráfico.
• Dublin Express: Sale de cualquiera de las dos terminales del aeropuerto. El precio es de 7€ por persona y podrás hacer la reserva a través de su página web. La duración del trayecto es de entre 15 minutos y 20 minutos aproximadamente.
• Taxi: Sólo recomendamos esta opción si viajas con dos o más personas. El precio del trayecto suele rondar los 40 euros, por lo que es una buena opción en caso de que viajes con amigos o familia a Dublín. Lo bueno es que es más rápido y la duración del trayecto es de entre 15 y 20 minutos.
• Coche de alquiler: Hemos incluido esta opción si tu intención es visitar Irlanda. Nosotros es la opción que escogimos porque nuestra intención era recorrer después parte de irlanda, y al ser 4, nos compensaba. Nos costó 20€ el parking en el centro y ahorrábamos el tener que volver al aeropuerto a recoger el coche.

Dónde alojarte

Nosotros recomendamos escoger un hotel en el centro de Dublín porque simplifica mucho las cosas. De esta forma, podrás ir andando a casi todos los sitios. Los hoteles en Dublín no son baratos si quieres que esté bien situado y de 4 estrellas por lo menos. Nosotros nos alojamos en el Trinity City Hotel. Un hotel de cuatro estrellas, situado justo en el centro, al lado del Trinity College.

Qué ver en Dublín

Dublín es una ciudad moderna, joven y divertida perfecta para recorrerla caminando. Si tu intención es visitar algunos de los lugares más interesantes de la ciudad, os recomiendo comprar la tarjeta Dublín Pass. Te permite la entrada GRATIS a muchas atracciones y transportes, así ahorrarás dinero y tiempo, al no tener que esperar colas en ninguna de las atracciones.

Trinity College

Precios: Adultos 13€ Estudiantes 10€ Familias 26€ (2 adultos y 2 niños menores de 18 años). Gratis para niños menores de 12 años

El Trinity College Dublín es una de las universidades más antiguas de Irlanda y uno de los lugares más visitados de Dublín. Fundada por la reina Isabel I en el siglo XVI sigue abierta como universidad pero ofrece al visitante dos lugares con mucho interés, principalmente su antigua biblioteca dónde se guarda el conocido Libro de Kells. Además de una galería de ciencia y un museo zoológico que abre los meses de verano.

La atracción principal del Trinity College es su biblioteca donde se guarda el conocido Libro de Kells. El Libro de Kells es un antiguo manuscrito ilustrado a mano por los monjes del monasterio del mismo nombre. Se puede visitar junto con una exposiciones de otros manuscritos pintados a manos de temática religiosa. En ellos se pueden ver partes de los evangelios junto con explicaciones sobre su origen. La visita incluye entrada a la antigua biblioteca que dicen que inspiró a la del colegio de Howarts de Harry Potter.

Estatua de Molly Malone

La estatua de Molly Malone es uno de los iconos de Dublín. Representa a una mujer de doble vida, pescadera de día y representante del oficio más antiguo del mundo, prostituta, de noche, que supuestamente vivió en el siglo XVII.

Una canción de finales del siglo XIX llamada Molly Malone o Cockles and Mussels (Berberechos y Mejillones) puso de moda la historia. De hecho esa canción es el himno no oficial de Dublín y ha sido interpretada por actores en diferentes películas. Existe la tradición de que para regresar a la ciudad hay que tocarle el busto, así que si quieres volver… ya sabes. 

Castillo de Dublín

Horario: Lunes a sábados de 9.45 a 16.45, y los días festivos de 12.00 a 16.45.
Precio: 7€ (adultos) y 6€ (estudiantes).

El Castillo de Dublín data del siglo XII y es uno de los emblemas del país. Comenzó siendo el sitio de asentamiento de poblaciones vikingas; posteriormente fue una fortaleza militar y más tarde, el lugar de residencia de la realeza irlandesa. Hoy en día se realizan recepciones de Estado y celebraciones en las que participa la clase apoderada de Irlanda. Puedes conocer el Castillo de Dublín en una visita guiada (en inglés) que dura un poco más de una hora y consiste en un viaje a través del tiempo por las diversas estancias que conforman el lugar.

Catedral de la Santísima Trinidad

Precio: 7,50€ (reducida, 6€)

La catedral de la Santísima Trinidad es la más antigua de las dos catedrales medievales de la ciudad, siendo la otra la Catedral de San Patricio. Este majestuoso edificio data del siglo XII y es la sede del arzobispado desde la Edad Media.

Catedral de San Patricio

Precio: 8€

Erigida en honor al patrón de Irlanda, la Catedral de San Patricio (St. Patrick’s Cathedral) es una de las dos catedrales pertenecientes a la Iglesia de Irlanda, junto con la Catedral de la Santísima Trinidad. Ambas tienen dos funciones: la más famosa, la catedral de San Patricio, es la catedral de Irlanda  la otra, es la de la ciudad. La Catedral de San Patricio de Dublín se construyó junto a un pozo en el que según cuenta la leyenda San Patricio bautizaba a aquellos que se convertían del paganismo al cristianismo. 

Guinness Storehouse

El almacén de Guinness (Guinness Storehouse) fue construido en 1904 para ser utilizado como lugar de fermentación de la cerveza Guinness. El edificio cumplió con su cometido hasta 1988 y en el año 2000 abrió sus puertas al público para mostrar sus exposiciones.

En la primera planta la audio guía acompaña a los visitantes a través del proceso de elaboración de la cerveza. La segunda planta invita a un recorrido por las campañas publicitarias de Guinness a lo largo de la historia. En la tercera planta se ofrece a los visitantes la posibilidad de probar sus conocimientos sobre el alcohol mediante diferentes juegos interactivos. La cuarta tiene una exposición relata la historia del edificio desde el año 1904 hasta su conversión en un centro de visitantes en el año 2000. En la quinta planta se brinda a los visitantes la posibilidad de tirar su propia pinta, haciéndoles entrega de un diploma que acredita su destreza.

Barrio de Temple Bar

En el centro de Dublín se encuentra Temple Bar, un barrio con mucha personalidad y encanto. La zona de Temple Bar, situada entre Dame Street y el río Liffey debe su nombre a Sir William Temple, quien adquirió los terrenos en el año 1600. Temple Bar comenzó a transformarse en un lugar próspero, sobre todo a partir de 1991, tras la elección de Dublín como Capital Europea de la Cultura. Hoy en día Temple Bar está considerado como uno de los barrios más atractivos de Dublín, aunando diferentes espacios culturales con decenas de bares y pubs típicos irlandeses. El barrio es conocido sobre todo por su gran vida nocturna, las estrechas callejuelas se encuentran llenas de pubs y restaurantes que siempre están rebosantes de turistas y locales.

Acantilados de Moher

Ir de Dublín a los Acantilados de Moher es una de las excursiones más frecuentes desde la capital de Irlanda y fundamental para incluir en un primer viaje a la isla. Tienes varias opciones de cómo llegar:

• Excursión de un día – Si solo tienes un día y no te apetece conducir, lo mejor es coger una excursión organizada con una agencia. Te dejarán un par de horas en los Acantilados de Moher y una hora y media en Galway, una ciudad muy interesante también.
• Coche de Alquiler – Es la opción que yo recomiendo y que nosotros escogimos, eso si, si vas a quedarte a dormir en Galway y recorrer un poco la zona. Tardarás unas 3 horas y 10 minutos aproximadamente en llegar. La mayoría del recorrido es por autopista, aunque la parte final incluye carreteras muy estrechitas y sinuosas. Con el coche tienes más libertad de horario y puedes ver los acantilados con calma.

Los acantilados de Moher tienen 8 km de longitud y una altura máxima de 214 metros… Parece que estás en el fin del mundo. Estos enormes acantilados son Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. 

Los mejores restaurantes

1837 Bar & Brasserie at Guinness Storehouse

St. James’s Gate, Market St S, The Liberties, Dublin 8

Cuenta con unas excelentes vistas de la ciudad de Dublín. Se llama así por el año en que la cerveza Guinness y las ostras se dieron a conocer como la combinación ideal. Tienen un menú repleto de clásicos como las ostras, un elaborado estofado irlandés, sandwiches y hamburguesas. Todos los platos están pensados para acompañarse de la gama de cervezas Guinness. Por las noches puedes disfrutar de música en vivo.

The Church

Jervis St, North City, Dublin 1

Es uno de los sitios más curiosos de Dublín. The Church se encuentra en una antigua iglesia maravillosamente restaurada del siglo XVII llena de historia. Hoy en día puedes disfrutar de un café, una buena cerveza, una cena informal e incluso de música en directo de domingo a jueves a partir de las 19:00. Conviene reservar con tiempo porque siempre está lleno.

Cleaver East

6 Essex St E, Temple Bar, Dublin 2

Situado en The Clarence, Cleaver East es un restaurante contemporáneo propiedad de uno de los chefs/restauradores más progresistas de Irlanda, Oliver Dunne. Abierto de miércoles a domingo, Cleaver East ofrece un menú divertido, defendiendo los ingredientes irlandeses de origen local con infusiones de Asia oriental. Está lleno de sabores explosivos, cortes de carne artesanal y mariscos a la parrilla. Cócteles creativos, vinos interesantes y un personal apasionado hacen de Cleaver East una oferta única y auténtica dificil de encontrar en Irlanda.

The Bank Bar

20-22 College Green, Dublin 2

El Bank Bar and Restaurant abrió sus puertas en mayo de 2003 y está ubicado en College Green, en el corazón de Dublín. Este sitio ha estado ocupado desde la época de los vikingos. En los siglos XVII y XVIII, el área adquirió una importancia aún mayor tras la construcción del Trinity College y más tarde, de la Casa del Parlamento irlandés (Parlamento de Grattan) al otro lado de College Green.

El exterior es de inspiración franco-escocesa y es único en el sentido de que es uno de los raros ejemplos de arenisca escocesa de Dublín. El interior, que una vez fue la sala principal de un banco, es un impresionante ejemplo del poder mercantil con un techo con vidrieras, suelo de mosaicos y espectaculares yeserías y cornisas talladas a mano. La carta es corta pero perfecta para picotear con una buena cerveza.

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