Llega el verano y con él los cambios de rutina, de obligaciones y quehaceres. Todos imaginamos las vacaciones como un tiempo en el que disfrutar y relajarnos, pero sabemos también (nos machacan con la famosa estadística) que una de cada tres parejas que se separa lo hace justo al terminar las vacaciones.
¿Qué es lo que sucede para que nuestras expectativas de descanso y diversión acaben en divorcio?.
Lo cierto es que, mientras estamos sumergidos en el día a día laboral, dividimos nuestro tiempo entre la familia, el trabajo, los amigos y nosotros mismos.
Tenemos muy altas expectativas sobre cómo disfrutaremos cuando tengamos tiempo, lo mucho que nos cundirá el día, los proyectos estancados que podremos retomar o, simplemente, cómo dejaremos pasar el día sin hacer nada. Estas expectativas pueden cumplirse o no, pero lo que es seguro es que vamos a encontrarnos de nuevo con nuestra pareja y a verla “tal y como es”, con sus virtudes y defectos, además de con su propia idea de lo que significan las vacaciones.
Para evitar la decepción conviene planificar –sin acabar con la espontaneidad- en algún rato previo. Si el otro sabe qué esperamos de este tiempo de descanso podremos encontrar planes conjuntos y actividades que cada uno quiera realizar por separado.
Esto es especialmente importante para neutralizar la sensación de que no podemos escapar a nuestra pareja, así como para disfrutar el tiempo que pasamos juntos.
Si vamos convivir mucho más estrechamente con nuestra pareja que durante el resto del año nos ayudará alejarnos del reproche, que desgasta y enrarece la relación. Debemos tener claro que el otro nunca es un adivino y que, si algo nos molesta, debemos expresarlo, siempre dentro del respeto. Mantener una comunicación abierta y asertiva tampoco significa tener que estar “comunicándose” siempre.
Es cierto que las vacaciones parecen un buen momento para afrontar los problemas que llevan preocupándonos todo el año pero las discusiones nos sobrecargan y no siempre nos dejan con buen sabor de boca. Si intentamos encontrar otro momento para expresar lo que nos preocupa esto no se colará en nuestro tiempo de descanso juntos.
Estos son nuestros consejos para unas felices vacaciones juntos.
PSICOLOGIA CLAVE: Elena Sánchez-Porro e Irene Albert.
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