Dehesa de Solana: el mejor plan y producto, todo en uno

Por Vanessa Pragasam

Con este tiempo, parece que ya empieza a apetecer todo lo que huele a otoño, a leña, a Navidad… Encontrar un plan que recoja todas estas cosas parece imposible, ¡pero no lo es!. Tengo la suerte de conocer a los propietarios de Dehesa de Solana, una finca impresionante en Extremadura, donde, además de ofrecer turismo rural con encanto, tienes la posibilidad de visitar el campo, los animales y todas las instalaciones de su fábrica de ibéricos y embutidos. Así que, sin pensárnoslo mucho, allí nos hemos ido Celeste, de Gastrokiller y yo, para proponeros un plan de lo más gastro. ¿Nos acompañas?

Además de ser una finca, Dehesa de Solana tiene un precioso cortijo con casa rural, y un secadero de jamones que también se puede visitar. Lo más característico de la dehesa son las encinas y el cerdo ibérico, del que salen los jamones más prestigiosos del mundo.

¿Qué es Dehesa de Solana?

Es un negocio tan amplio que casi no sé por dónde empezar, así que lo haré desde el principio. Dehesa de Solana es una finca, una dehesa extremeña: lo que viene a ser un ecosistema único en el mundo, caracterizado fundamentalmente por estar cuajado de encinas y alcornoques. Y de ahí viene toda la tradición del jamón ibérico del bueno: de la bellota, esa que comen los cerdos que dan luego el mejor jamón.

Pero, además de la bellota, importa la raza, según nos explican los técnicos de la fábrica. Esto es importante porque, como sabéis, hay mucho timo en el negocio del ibérico. Pero eso me han dicho que se acabó, porque la normativa es cada vez más exigente y ya obliga a dar todo los detalles sobre la trazabilidad del producto, incluyendo la procedencia del animal a través del color de las etiquetas del jamón.

El ciclo completo del jamón

Lo más espectacular del viaje ha sido conocer la dehesa y ver sus animales. Ahora, además, “están en montanera”, momento en que se engorda a los cerdos con bellota (que sólo se da estos meses al año), así que hemos podido ver a los cerdos en acción, hartándose a comer el fruto que dará sabor a sus jamones. Tras dar un buen paseo por el campo y descansar junto a la chimenea de la casa rural, hemos disfrutado de una copiosa cena con productos de la tierra.

Quizá muchos ya conocéis la marca, pero además de la producción de jamones, en Dehesa de Solana comienza mucho antes del proceso industrial. Concretamente, se realiza el ciclo completo de vida del cerdo: nace y se cría allí, corriendo en libertad por la dehesa. Y esto de correr es tan importante como la alimentación del animal, según nos explican:

No es lo mismo un animal estabulado que vive en pocos metros cuadrados, que uno que hace ejercicio, porque esto afecta a sus propiedades organolépticas del producto final. Es decir, a la calidad de la materia prima y al sabor.

En fin, que ha merecido mucho la pena darse este pequeño salto rural a Extremadura y, además hemos aprovechado para hacer una a visita al centro histórico de Cáceres, donde visitamos la tienda que Dehesa de Solana tiene ahí, en Santa Joaquina de Vedruna, 2. Per no os preocupéis porque en Madrid tienen otra, en Gaztambide, 64.

el producto perfecto Para estas Navidades

Yo, sin duda alguna, me quedo con la referencia de Dehesa de Solana para los jamones de Navidad: los míos y para los regalos de empresa. ¡Son muchos años los que llevan en el negocio y lo saben hacer muy bien!. Se puede llamar o hacer los pedidos on-line a través de su página web. En su tienda de Madrid preparan, además de jamones para regalo, cajas y cestas de Navidad muy bien decoradas.

Su última línea de negocio ha sido el catering: una solución buenísima para resolver eventos como desayunos o meriendas. Ponen especial énfasis en la calidad del producto y están especializados en bandejas de ibéricos. Además, ofrecen servicio de cortador de jamón para los eventos especiales.

Si queréis conocer más sobre la empresa, su actividad, y su producto, no os perdáis el vídeo corporativo con su fundador.

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