Así ha sido el debut hablando el público de la infanta Sofía. La menor de las hijas de los reyes don Felipe y doña Letizia se ha sumando a la lectura del Quijote junto a su hermana, la princesa Leonor.
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La princesa Leonor y la infanta Sofía han puesto voz a varios párrafos del Quijote en la lectura continuada de la obra de Miguel de Cervantes con motivo del Día del Libro y que, a causa de la pandemia, se ha realizado de forma telemática y en solidaridad con quienes la combaten en primera línea.
El Círculo de Bellas Artes ha organizado la XXIV edición de la lectura del libro más universal de la literatura española, que se ha podido seguir en la página web y redes sociales de esta institución y que ha inaugurado el poeta, escritor y arquitecto Joan Margarit, premio Cervantes 2019.
Además de ser la primera vez que la princesa Leonor y la infanta Sofía aparecían en público desde que se decretara el estado de alarma por la pandemia del coronavirus, los párrafos leídos por la infanta Sofía han supuesto la primera ocasión en la que la hija menor de los Reyes ha tenido una intervención pública. Tras la lectura, ambas también quisieron agradecer a los sanitarios y cuerpos de seguridad su importante labor estos días frente a la pandemia de coronavirus.
La lectura de la Princesa Leonor
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“Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años; era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de la caza. Quieren decir que tenía el sobrenombre de Quijada, o Quesada, que en esto no hay alguna diferencia en los autores que deste caso escriben; aunque por conjeturas verosímiles se deja entender que se llama Quijana. Pero esto importa poco a nuestro cuento: basta que en la narración dél no se salga un punto de la verdad.”
Así ha sido la lectura de la Infanta Sofía
“Es, pues, de saber que este sobredicho hidalgo, los ratos que estaba ocioso, que eran los más del año, se daba a leer libros de caballerías, con tanta afición y gusto, que olvidó casi de todo punto el ejercicio de la caza, y aun la administración de su hacienda; y llegó a tanto su curiosidad y desatino en esto, que vendió muchas hanegas de tierra de sembradura para comprar libros de caballerías en que leer, y así, llevó a su casa todos cuantos pudo haber dellos“.
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