Días más cortos, temperaturas más bajas y una piel más vulnerable a los efectos del frío debido a la deshidratación que provoca el descenso de los termómetros. ¿Cómo proporcionar un cuidado extra a tu piel los meses de frío?… Te lo contamos.
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Con el frío nuestra piel se oxigena peor, puesto que se reduce el flujo de sangre en las capas más altas de la dermis para que nuestro organismo pueda mantener constante la temperatura corporal interna.
Este es el motivo por el que en invierno la piel de las zonas más expuestas al ambiente (cara, manos, extremidades…) se seca más y se protege peor del exterior, necesitando un aporte extra de hidratación para contrarrestar este efecto. Por ello es muy recomendable el uso de cosméticos naturales y ecológicos que ayuden a cuidar nuestra piel estos meses.
Las bajas temperaturas producen lesiones aparentemente invisibles en la piel, pero que son reales, y se traducen en impurezas, piel de aspecto más opaco, pigmentaciones, sequedad importante en extremidades, manos y pies, (incluso eccemas por esta sequedad) y precoces marcas y líneas de expresión en la cara.
La mejor prevención contra estos problemas es la aplicación estratégica de cuidados con productos naturales para reparar la piel, con ingredientes 100% naturales y orgánicos, respetan la biodiversidad de animales, personas y plantas y más del 80% de sus extractos vegetales son de origen biológico. Mientras duran los meses de frío se pueden usar aceites o cremas más untuosas que contribuyan a recuperar de manera eficaz el manto hidrolipídico de la piel. Se corresponde con la mezcla de agua y grasas específicas que recubren la epidermis y evitan la evaporación del agua de su interior, protegiéndola de las agresiones externas que la dañan.
Además, aunque en esta época del año hay menos horas de exposición solar, sigue siendo importante proteger la piel de las radiaciones con, al menos, un factor 20 en cara y manos. Para el rostro, por ejemplo, es recomendable usar una crema hidratante diaria o maquillaje que contengan filtro solar. Si, además, optamos por las lociones especialmente humectantes y reparadoras, aliviaremos de forma más eficaz los efectos del otoño y la ciudad en nuestro rostro, al que también podemos ayudar con mascarillas hidratantes dos veces por semana.
Pese a que suele estar cubierta y bien protegida del frío, el resto de nuestra piel también puede verse afectada por el cambio de estación. Sobre todo, en aquellos momentos en los que la bajada de temperaturas se produce de forma brusca o cuando, debido a que el frío reduce significativamente la sensación de sobreexposición a los rayos de sol, nos olvidamos de aplicar la protección adecuada.
Aparte del cuidado externo de la piel, también se puede contribuir a su bienestar con un consumo adecuado de agua (2 litros diarios recomendados para ayudar a mantener la hidratación de la piel de manera natural) y descansando un mínimo de 8 horas durante la noche.
Protocolo de limpieza facial
Al ser la parte de nuestro cuerpo más expuesta al frío y a la contaminación, es esencial que adoptemos un protocolo de limpieza específico para el rostro que debe comenzar por una limpieza en profundidad tanto por la mañana como por la noche. Un protocolo que podemos encontrar en marcas como Weleda, que ofrece productos totalmente naturales.
El objetivo de la limpieza nocturna es eliminar las células muertas y las partículas de polución y suciedad que obstruyen los poros y provocan impurezas, mientras que la limpieza diurna persigue limpiar la epidermis de los restos de grasa que se hayan podido segregar durante la noche y preparar la piel para sobrellevar la jornada.
Si bien las dos limpiezas son esenciales para mantener el equilibrio de la piel, la nocturna es quizás la más importante, debido a que con ella se retiran de la piel los restos de cualquier cosmético, sudor, y partículas de polución que se hayan podido quedar adheridas a la piel.
Gracias a esta rutina de limpieza facial, los productos empleados para la hidratación penetrarán mejor en la piel y se lograrán unos mejores resultados.
11 Comentarios
Es muy importante saber cuidar nuestra piel. Y más en invierno, que el frío hace mucho daño.
¡que post más interesante! gracias por la información. Un post muy interesante e ilustrativo, me viene genial y voy a seguir tus consejos.
https://www.instagram.com/p/CIYnem7iOEe/
Que importante es el cuidado de la piel en todas las épocas del año, pero en invierno especialmente porque nuestra piel esta cubierta y no transpira, hay que hidratarla mucho.
Me gusta cuidar de mi piel y estos consejos que das son muy buenos.
Y los productos naturales son la mejor opción.
Me encanta, gracias por la recomendación, hace años que solo los utilizo ecológicos y estoy super satisfecha
Un saludo
Amanda
Es verdad que en invierno la piel se reseca mucho y hay que aplicar cuidados especiales, para prevenir que salgan rojeces (como me pasa a mí). Los productos naturales son la mejor elección
Con los cuidados que tengo desde hace muchos años y mi genética, nunca me he tenido que hacer ningún tratamiento especial, a excepción de limpiezas faciales. Los resultados de una facial completa tiene que hacerse te maquilles o no. Lo más importante es beber un litro de agua al día para tenerla totalmente hidratada.
Muy buenos consejos y muchas gracias, que los tendremos en cuenta.
Que importante todo lo que cuentas y tienes razón la piel sufre mucho en el invierno y hay que cuidarse..gracias por los consejos y la información…
Muchas gracias por la información sobre el cuidado de la piel, con el frío es muy importante 🙂
Un abrazo. Celeste
Totalmente de a cuerdo.
En los meses de frío la piel hay que hidratarla más, tanto con agua como con cremas y tratamientos hidratantes. A mi nunca se me olvida el protector solar 😀
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