Ya hemos podido ver los ocho capítulos que componen la temporada 1 de “Berlín”. Pedro Alonso vuelve a meterse en la piel del personaje al que dio vida en “La Casa de papel” en la serie que se estrena el viernes 29 de diciembre en Netflix. Os contamos SIN spoilers lo que nos ha parecido el esperado spin-off.
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El gran éxito en todo el mundo de “La casa de papel” hizo que Netflix no quisiera soltar tan fácilmente la gallina de los huevos de oro. Con la resolución del segundo atraco que marcaba el fin de la serie tan solo quedaba la opción de hacer una serie derivada. El equipo optó por ahondar en la historia previa de uno de sus personajes más carismáticos, pero, tras el visionado de la serie, nuestra crítica de la temporada 1 de “Berlín” no es tan entusiasta como nos habría gustado.
No nos engañemos, la temporada 1 “Berlín” entretiene y es una serie disfrutable en conjunto siempre que sepas lo que vas a encontrar. Las comparaciones con “La casa de papel” son inevitables y, quizá por estar demasiado encariñados con la banda original, no podemos dejar de añorar un estilo y unos personajes que aquí no vamos a encontrar.
Nuestra crítica de la temporada 1 de “Berlín”
El estilo de Berlín dista mucho del que tenía nuestro querido Profesor y eso que hace que el caos reine en todo el momento y el plan peligre constantemente. Podemos entender que los más jóvenes de la banda sean inexpertos y puedan meter la pata de vez en cuando, pero que los propios cabecillas no sepan mantener la cabeza fría en momentos clave acaba siendo frustrante.
Y es que la temporada 1 de “Berlín” se centra más en los sentimientos y en los impulsos del corazón que en el robo, que queda en segundo plano en más de una ocasión. Siempre hemos sabido que Berlín es un romántico (a su manera) y que es capaz de cometer muchas locuras por amor. Es divertido verle esa faceta y ejercer su poder de manipulación para conquistar a la mujer de la que se ha enamorado y aquí Pedro Alonso brilla como siempre.
Mucho drama juvenil
El resto de la banda también tiene sus momentos de protagonismo, donde destacamos principalmente a Tristán Ulloa y su Damián. La mano derecha de Berlín sufre toda una montaña rusa de emociones y el personaje que encontramos hacia el final, dista mucho del que conocimos en el primer episodio. Sin lugar a dudas, aporta el lado adulto y maduro entre tanta tontería adolescente.
Roi, Bruce, Cameron y Keila compensan su poca experiencia en robos con entusiasmo, a veces demasiado, y nos traerán más de un quebradero de cabeza. La juventud los hace actuar por impulsos en demasiadas ocasiones. Los veremos arriesgando el plan y a ellos mismos, y poniéndonos de los nervios en algún que otro momento.
La temporada 1 de “Berlín” es una buena opción si nos interesa ver varias historias de amor y adrenalina con un robo como telón de fondo. Pero si, como nosotras, buscabais una serie centrada principalmente en otro atraco bien planeado habrá algunos episodios que se hagan algo cuesta arriba. Eso sí, si tenemos paciencia y aguardamos a la llegada de Alicia Sierra y Raquel Murillo, os aseguramos que la espera merece la pena.
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