En el post anterior hablábamos de esas conversaciones que son necesarias mantener antes de iniciarse en la aventura del matrimonio.
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Evidentemente cada pareja es un mundo y nosotras tan solo queremos arrojar la información que las diversas investigaciones sacan a la luz. Por tanto, no dudes en opinar y contarnos cuál es tu experiencia al respecto.
Sigamos entonces, ¿de qué otros temas debemos hablar a parte del dinero y sobre cómo discutimos?
La forma que tenemos de entender la personalidad del otro
Este tema es menos obvio, pero tiene un gran impacto. Todos los matrimonios pasan por diferentes periodos: periodos de estrés, periodos en los que uno necesita otras cosas o necesita cambiar sus objetivos en la vida, o periodos en los que uno quiere crecer en un sentido y el otro miembro de la pareja en otro sentido. O simplemente que uno no está conforme con el status de la relación y quiere que eso cambie. Los estudios de Carol Dweck y sus colegas revelan como nuestras creencias sobre las diferentes personalidades (si la personalidad es fija o es maleable) son claves a la hora de “navegar” en los diferentes periodos de tensión por los que atraviesa un matrimonio. Cuanto más creas que la personalidad, la conducta y el carácter son maleables, con mayor flexibilidad y fortaleza te enfrentarás a esos periodos de estrés, ayudándote a negociar con tu pareja. De esta forma, estarás mostrando disposición a aprender, probar y hacer un esfuerzo en comprender la posición de tu pareja. Las personas que sin embargo creen que la personalidad y conducta son elementos fijos en el individuo, no hacen esfuerzos, y ponen poca fe en el cambio y esta posición puede contribuir a la ruptura de la pareja
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Las ideas de cada uno sobre la asociación que implica el matrimonio.
El matrimonio no deja de ser la asociación de dos personas, que puede adoptar formas diferentes dependiendo de las necesidades emocionales de las personas implicados en el. Lo importante en este caso es definir junto a su futuro marido o futura mujer como va a ser esta asociación: ¿uno de los dos se va a centrar en el manejo de la economía familiar y el otro en la gestión del hogar? ¿Ambos van a trabajar? ¿Se busca una relación más igualitaria en todas las funciones que implica el matrimonio? ¿Cómo se van a equilibrar las necesidades de intimidad de la pareja con las necesidades de autonomía e individualidad? Muchas personas al casarse no tienen en cuenta esos aspectos y hacen pocos cambios con respecto a sus antiguas vidas: quieren gestionar solos su dinero, no quieren dejar de hacer planes con sus amigos o no socializarse con los amigos de su pareja. Es como vivir en pistas paralelas que de vez en cuando se conectan. Hablar de las necesidades de cada uno y como conectar armónicamente con las del otro debe ser esencial en toda pareja ya sea antes y durante el matrimonio.
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Las experiencias de cada uno en nuestra infancia
No estamos hablando que le cuentes una y otra vez a tu pareja los veranos maravillosos que pasabas en el pueblo, en la playa o con el perro de tus abuelos, porque entendemos que eso ya lo habrás echo, incluso le habrás enseñado a tu pareja fotos y videos. Nos referimos a lo necesario que es contarle a la pareja aquellos momentos de tu infancia que fueron complicados para ti, y sobre todo si tu infancia estuvo alejada de la perfección. Este tipo de conversaciones se tienden a alejar por diferentes razones, sobre todo porque aunque hayan pasado los años, siguen doliendo. No obstante son una parte importante de la vida de cada uno y a partir de las cuales se entienden muchas reacciones que ahora tenemos en la adultez debido al estilo de apego que recibimos en su momento y que son una parte fundamental de la infancia.
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Criar a los hijos.
No consiste en hablar solo de los hijos tan maravillosos que tendréis los dos juntos el día de mañana, pero si hablar seriamente sobre el estilo de crianza que queréis llevar a cabo. Esto es otro de los aspectos negativos que tiene el pensar sobre el matrimonio tan solo en términos románticos, que nunca nos llegamos a plantear el tipo de madre o padre que seremos, solo pensamos que nos saldrán hijos estupendos. Esta charla la podemos iniciar seguida de nuestras propias experiencias en la infancia y cómo vamos a marcar la infancia de nuestros propios hijos en un futuro. ¿Replico la misma forma de crianza que mis padres tuvieron conmigo? ¿Quiero ejercer una crianza más liberal o conservadora? ¿Cómo voy a actuar ante momentos de rebeldía de mis hijos? ¿Cómo voy a actuar o como voy a apoyar a mis hijos cuando pasen por periodos de estrés? Si tú y tu pareja tenéis visiones diferentes al respecto, es importante que dediquéis un tiempo a charlar sobre este tema. Ya es sabido por todos, que los desacuerdos en la crianza de los hijos es la causa principal de divorcio.
No hay manera de poner a salvo un matrimonio de diferentes pruebas de divorcio. No obstante si tratamos estos temas a tiempo, estaremos aprendiendo y generando en nosotros mismos una capacidad de comunicar nuestros pensamientos y sentimientos de una forma tremenda. Tener conversaciones reales sobre problemas reales, os pondrá a los dos en el camino que debéis estar para que vuestro matrimonio vaya sobre ruedas.
PSICOLOGIA CLAVE: Elena Sánchez-Porro e Irene Albert Cebriá
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