Ante el diagnóstico de Difteria hace aproximadamente tres semanas en un niño con 6 años no vacunado en Olot (Gerona), la opinión pública se ha preocupado al reaparecer esta enfermedad tras más de 28 años sin aparecer ningún caso en nuestro país. Cuestionándose la obligatoriedad de la vacunación y los efectos secundarios de la misma como indican sus detractores.
-Desde hace más de 2.000 años se tienen noticias de técnicas autoinmunes en la china, y desde que Edward Jenner en 1796 observo que los ordeñadores de vacas no padecían de Viruela (entonces terrible enfermedad) y más tarde en 1881 Louis Pasteur demostró su utilidad para el ántrax, la rabia, etc. parece evidente la bondad de las mismas, al menos para la medicina tradicional no hay dudas. Según cifras de la Organización Mundial de la Salud, la inmunización evita entre dos y tres millones de muertes en todo el mundo.
-Estando muy controladas gracias a las vacunas, la Viruela, poliomielitis, el tétanos y el sarampión, entre otras.
– Hoy más del 90% de los niños en España están vacunados con arreglo a los calendarios oficiales de las respectivas comunidades autónomas, los no vacunados se deben a las asociaciones antivacunas ( con mas de 100 años de antigüedad), y actualmente parecen florecer por:
1) Desarraigo social, nómadas, feriantes, inmigración, etc.
2) Miedos falsos, desde teorías conspiratorias a los Neo-rurales con fobia anticapitalista que piensan así castigar a la industria farmacéutica y otros mal informados de lo9s efectos indeseables: por el contenido en aluminio, en mercurio (inexistente o mínimo en la actualidad) y desconfianza ante las asociaciones de diversas vacunas.
3) Informaciones “pseudocientíficas” que se transmiten por Internet o por medios de comunicación pueden “distorsionar o condicionar negativamente.
“Tenemos un calendario de vacunación bastante sensato, completo y adecuado”. Los epidemiologos a nivel mundial consideran que la vacunación, junto con la higienización y la potabilización del agua, nos hizo salir hace 150 años de la Edad Media”.
Los que no vacunan a sus hijos denotan cierta dosis de EGOISMO; “mucha de esta gente que no vacuna, lo hace porque piensa que el riesgo individual de contraer la enfermedad es más bajo que los riesgos de la propia vacuna, pero no tienen en cuenta que uno de los efectos generalizadores de las vacunas es que también protegen a los que no se vacunan, porque no sólo no protegen a sus hijos sino que ponen en peligro la salud de toda la comunidad.
En resumen: mejoremos la información sanitaria y vacunemos a nuestros hijos.
Dr. M. A. Bufalá
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