Daniel Sancho dirá adiós a la cárcel de Koh Samui: así serán las duras condiciones en Bangkok.
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Desde que fuera detenido por la confesión del asesinato confeso de Edwin Arrieta, Daniel Sancho se encuentra en la prisión de Samui, en Koh Samui (Tailandia), donde ha estado diez días en aislamiento por protocolo Covid-19. Este jueves, por fin, recibía la visita de su madre, Silvia Bronchalo.
Y, una vez superado este periodo de cuarentena, el chef debería haber sido trasladado a uno de los módulos normales junto al resto de presos, pero de momento permanece en el módulo hospitalario, porque se teme que pueda autolesionarse.
Allí continua a la espera de la confirmación de la fecha de juicio. Después, Daniel dirá adiós en las próximos meses a esta prisión y ser trasladado a Bang Kwang, la cárcel de máxima seguridad en la que podría cumplir condena.
Khun Panikorn, fiscal tailandés así lo confirmaba en ‘Espejo público’: “Están esperando a lo que diga el juez de Koh Samui. Cuando esté la sentencia a firme se trasladará a Bangkok, seguro es antes de que se acabe el año“.
En el momento que haya una sentencia firme, Daniel Sancho será trasladado a la prinsión de la capital tailandesa. Según el fiscal, el chef español no tendrá una protección especial dentro de la cárcel: “Todo el mundo, independientemente de su nacionalidad y procedencia, tiene la misma protección dentro de la cárcel”.
Bang Kwang, el ‘Hilton’ de Bangkok
Adrián Foncillas, corresponsal en Tailandia para Antena 3, daba algunos detalles de cómo es la cárcel de Bang Kwang, conocida con ironía como “el Hilton de Bangkok” porque sus comodidades están muy lejos de las de un hotel 5 estrellas”.
En Bang Kwang cumplen condena muchos de los condenados culpables de delitos muy graves. De hecho allí sigue cumpliendo su condena Artur Segarra, el español que secuestró, torturó y descuartizó a un consultor de Lleida llamado David Bernat.
“Esa cárcel yo juraría que se abrió como hace 70 años y siempre ha tenido muy mala fama. Los presos están hacinados, a veces hay decenas o incluso centenares de ellos en una sola celda. Hasta 2013 llevaban grilletes, no para que no se movieran, sino para que no corrieran o pegaran patadas. La comida es escasa y de mala calidad. No es un buen sitio para pasar una larga temporada“, explicó.
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