¿Qué hacer para mantener un buen ambiente de trabajo?
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La mayoría de las personas pasamos la mayor parte de nuestro tiempo en nuestro puesto de trabajo, en donde nuestros compañeros se convierten en una parte fundamental de nuestras vidas.
Lo idílico sería que todos nos lleváramos de maravilla, colaboráramos todos unos con otros y con el esfuerzo común lográramos los objetivos marcados por la empresa. Esperamos creer que esto sucede en alguna organización, pero desgraciadamente hasta en la empresa más pequeña, ocurre todo lo contrario.
Es normal tener roces, comentarle a algún compañero lo que te ha sucedido con el otro en el momento en el que estás alterado y que acaba de ocurrir ese conflicto, etc.
Al fin y al cabo los problemas son inevitables, pero podemos reducirlos:
– DISMINUYENDO LOS RUMORES: Es normal oírlos y hacerlos y más cuando sentimos amenazado nuestro trabajo hecho, incluso nuestro puesto de trabajo. Pero finalmente, muchos de esos rumores son hechos exagerados incluso distorsionados de la realidad. Por tanto es preferible si no estamos seguros de lo que llega a nuestros oídos, no difundirlos, pues en muchas ocasiones y sin esa intención, podemos dañar a otros. Asique hagamos una reflexión, ¿Cómo nos sentiríamos si rumorearan de nosotros? En algún momento todos hemos caído en las redes de los rumores y podemos estar haciendo sentir mal a alguien.
– HABLANDO CLARAMENTE: Nada más tener un roce con algún compañero, hay ocasiones en las que es mejor dejar pasar un tiempo para calmarse, antes de hablar con la persona con la que hayas tenido un enfrentamiento (es conocido como el Método del Tiempo Fuera, que consiste en dejar pasar un tiempo para relajarse y pensar en lo ocurrido). Si hablamos con ella nada más discutir, probablemente nos alteremos más si cabe, caigamos en descalificativos personales, no demos buenos argumentos y además no estaremos en una postura de comprensión de la otra persona, intentando defender muchas conductas indefendibles que hayamos llevado a cabo. Por tanto, deja pasar unas horas, habla incluso con otra persona externa que te de un punto de vista objetivo (siempre objetivo aunque vaya en tu contra) y posteriormente intenta hablar con esa persona para llegar a un acuerdo. Y por supuesto si hay que decir perdón y observas que la otra persona tiene razón, dilo. Eso no te hace de menos, al revés, te convierte en una persona con un poco de humildad y comprensiva. Al fin y al cabo todos tenemos “pronto”, carácter que nos hace caer una y otra vez en errores, pero cayendo en ellos es cómo aprenderemos a controlarlo.
– SIENDO CORDIAL: Aunque por mucho que intentemos caerle bien a todo el mundo, esto resulta muy complicado y no siempre tenemos la misma afinidad con unos que con otros. Pero un “hola, ¿qué tal?”, “buenos días”, “con lo que necesites, me dices”, dedicar una sonrisa aunque hayamos tenido un mal día en casa… conductas de este tipo fomentan el buen ambiente de trabajo, incluso puede sorprenderte la reacción de alguna de esas personas con la que creías no ibas a cuajar, de apertura hacia ti.
Esto son solo algunas recomendaciones para que des el primer paso para cambiar el clima laboral de tu empresa. ¿Qué otras cosas haces tú?
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