Por Vanessa Pragasam
Desde el extremo norte con el desierto más árido del mundo, hasta el sur austral con hielos eternos y cascadas invertidas, Chile tiene todo lo que se puede esperar para convertirse en el destino perfecto para recorrer estas vacaciones. Es un país lleno de contrastes con vastas explanadas de arena y sol intenso que contrastan con lagunas de intenso color azul, pequeños poblados que siguen manteniendo intactas sus costumbres originarias y, grandes ciudades con preciosas playas. Aquí podrás vivir experiencias asombrosas en el extremo sur del mundo.
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- 1 Desde el extremo norte con el desierto más árido del mundo, hasta el sur austral con hielos eternos y cascadas invertidas, Chile tiene todo lo que se puede esperar para convertirse en el destino perfecto para recorrer estas vacaciones. Es un país lleno de contrastes con vastas explanadas de arena y sol intenso que contrastan con lagunas de intenso color azul, pequeños poblados que siguen manteniendo intactas sus costumbres originarias y, grandes ciudades con preciosas playas. Aquí podrás vivir experiencias asombrosas en el extremo sur del mundo.
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Si estás buscando consejos para planificar tu ruta de 10 días por Chile, toma nota de algunos datos para que puedas exprimir al máximo el país más largo y delgado del mundo.
¿Cuándo visitar Chile?
La mejor época para viajar a Chile es en los meses de noviembre y diciembre. Durante esos dos meses, tendréis el mejor clima posible tanto en la parte norte del país, en el Desierto de Atacama, como en Santiago de Chile y la zona de Tierra de Fuego en el sur, donde podréis disfrutar de maravillas naturales como las Torres del Payne.
Día 1 al 3: Santiago – San Pedro de Atacama
Lo mejor es coger un vuelo de noche para llegar a Santiago pronto por la mañana y aprovechar el día. Nosotros cogimos un vuelo directamente del aeropuerto de Santiago a Calama, en el norte de Chile. Para poder llegar a San Pedro de Atacama, lo mejor es coger un coche compartido en el mismo aeropuerto o te lo pueden gestionar en el hotel (29€ pp). Nosotros nos alojamos en el Hotel Boutique Pascual Andino, un exclusivo hotel de 10 habitaciones, situado en el casco antiguo de San Pedro de Atacama.
San Pedro de Atacama es un antiguo pueblo donde Marte y la Tierra más se asemejan. Entre sus calles de tierra y casas de adobe podrás empaparte de su arte local, al ser un pueblo de artesanos y dejarte seducir por las propuestas gastronómicas locales e internacionales de sus restaurantes. Incluye zonas de desierto, salares, volcanes, géiseres y aguas termales, con lo que os recomiendo coger tours cerrados para cada excursión.
Laguna Cejar – Ojos del Salar – Laguna Tebinquiche
Duración de la excursión: 5 horas (14:00-19:00)
Precio: 50€ pp más la entrada a los parques, 12€
A 16 kilómetros de San Pedro de Atacama, se encuentran una serie de lagunas en el interior del Salar de Atacama, el salar más grande de Chile. Primero visitamos las famosas Laguna Cejar y Laguna Piedra, rodeadas de pasto verde y amarillo que hace resaltar el color del agua, contemplando un paisaje único de aguas turquesas y volcanes. Un espacio que se revela ante nosotros doblemente milagroso en medio del desierto. Primero, por la simple presencia de agua, un bien prácticamente inexistente en la zona, y segundo, por su alta salinidad. Su principal atractivo: aun contra toda voluntad, los cuerpos flotan. Gracias a su concentración de sal y litio, superior a la del mar Muerto, resulta imposible hundirse en las aguas turquesas de Cejar.
A continuación nos espera los Ojos del Salar. Son dos profundos pozos de agua dulce que parecen penetrantes ojos de azul intenso y que constituyen un oasis en el corazón de uno de los desiertos más áridos del mundo.
La última parada del tour, la Laguna Tebenquinche. Caminarás por su sendero y apreciarás las magníficas vistas donde el cielo se funde con el desierto y la blancura de la sal.
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Geysers del Tatio
Duración: 7 horas (5:50 – 12:30)
Precio: 40€ pp
Recomendación: Temperaturas bajo cero, así que recomiendo ropa de abrigo
Los Geysers del Tatio se encuentran a 90 km de San Pedro de Atacama y más de 4000 metros de altitud, en el corazón mismo de la cordillera de los Andes. Es uno de los campos geotérmicos más importantes del mundo, y el más grande de Sudamérica, con temperaturas que superan los 90 °C. El agua de los géiseres proviene de depósitos ubicados entre rocas volcánicas creando colosales cortinas de vapor caliente. Compensa madrugar e ir antes del amanecer, porque las cortinas son más espectaculares cuanto más bajas sean las temperaturas.
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De regreso a San Pedro, paramos en Vado de Putana, donde encontrarás una zona de observación perfecta para ver la fauna del lugar: cientos de flamencos rosados y camélidos andinos nos esperan.
Valle de la Luna
Duración: 5 horas (14:30 – 19:30)
Precio: 40€ pp aprox.
El Valle de la Luna es uno de los lugares más fascinantes del desierto de Atacama, célebre por sus impresionantes quebradas, insólitas formaciones e inolvidables puestas de sol. Este valle es famoso por su aspecto parecido a la superficie lunar. Hace millones de años en esta zona había un enorme lago, cuyo fondo se fue levantando lentamente por los movimientos de la tierra y sismos. Estos cambios en la geografía formaron lo que hoy se conoce como la Cordillera de la Sal, moldeada en el tiempo por los vientos, el sol y la lluvia en el Desierto de Atacama. La cordillera recibe su nombre por el sulfato de calcio presente en toda su extensión, lo que le da una visión de estar “salpicada de sal”.
Día 4 y 5: Santiago de Chile – Valparaíso
Seguimos por nuestra ruta de 10 días por Chile. Desde San Pedro de Atacama cogemos un vuelo hacia Santiago de Chile. Desde allí lo mejor es alquilar un coche para movernos por nuestra cuenta y dedicar el día a visitar Valparaíso y Viña del Mar. La colorida ciudad de Valparaíso es prácticamente una visita obligada, donde destacamos su centro histórico que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y donde se ubica la famosa Plaza de Sotomayor.
Valparaíso es conocida por sus cerros, más de 40, pero haremos hincapié en los siguientes. Cerro Concepción destaca por ser una de las partes más bonitas del lugar, donde encontramos sitios imperdibles como el pasaje Gálvez y el paseo Gervasoni, desde donde podemos acceder a Cerro Alegre para visitar el Palacio Baburizza. Por su parte, en Cerro Artillería disfrutaremos de la arquitectura de sus casas y de una perspectiva diferente de la ciudad. Recorreremos sus callejones y escaleras, además de extasiarnos con las preciosas vistas desde sus miradores.
Salimos de Valparaíso para recorrer los 8 kilómetros que la separan de Viña de Mar. En esta ciudad costera encontraremos lugares inolvidables. Una parada indispensable es el Reloj de Flores, siendo uno de los puntos turísticos más fotografiados. Tampoco podemos dejar pasar la ocasión para ver el castillo Wulff, pasear por la emblemática Avenida Perú y, desde ahí, ir al Muelle Vergara. Si aún nos queda tiempo podemos hacer una visita a la Iglesia de las Carmelitas, de estilo gótico, y al Palacio Carrasco.
Terminada nuestra visita volvemos a coger el coche para regresar a Santiago de Chile donde pasaremos la noche. Podemos disfrutar de un paseo por la capital del país, y gozar de su maravilloso ambiente nocturno en los barrios Bellavista, Bellas Artes o Lastarria.
Día 5 al 7: Puerto Montt y Puerto Varas
Por la mañana cogemos un vuelo para viajar al sur del país, concretamente a Puerto Montt, y desde allí alquilamos un coche para viajar hasta Puerto Varas, siguiente destino en nuestra ruta de 10 días por Chile. La ciudad está a unos 20 minutos y rápidamente sentiremos la influencia germánica. Nos alojamos en el Hotel Cumbres Puerto Varas, con la calidez de una casona típica de la zona, influenciada por la colonización alemana, con hermosas vistas panorámicas al Lago Llanquihue.
Puerto Varas fue fundada por los colonos alemanes a mitad del siglo XIX y está claramente orientada al turismo. Es una de las ciudades más bonitas de Chile y quedaremos prendados de su belleza y su característico olor, después de todo, es apodada como “la ciudad de las rosas”.
Pasear por Puerto Varas es toda una experiencia que combina los edificios de estilo alemán, la gran cantidad de rosales, sus hermosos paisajes naturales y unas vistas impresionantes a los volcanes Osorno, Calbuco y Puntiagudo. Pese a que la ciudad es pequeña, su interior y sus alrededores ofrecen gran cantidad de entretenimiento a los visitantes. Además, la zona patrimonial tiene multitud de construcciones que se remontan a la época colonial.
En dirección al centro de la ciudad llegamos hasta la Plaza de Armas donde hay mucho movimiento de comercio. Desde ahí es recomendable hacer una ruta hacia la zona norte donde encontramos varios monumentos dignos de visita. En primer lugar tenemos la Iglesia del Sagrado Corazón, de estilo neo-románico y construida en madera, que se inspira en la Iglesia de Marienkirche de la Selva Negra.
Tampoco podemos perdernos otras edificaciones del Barrio Patrimonial como la Casa Kuschel de carácter ecléctico al combinar varios estilos como el barroco y el neogótico. Otros monumentos patrimoniales cercanos son la Casona Alemana, el Templo Luterano y las Casas Juptner, Gotschlich, Maldonado y Yunge. Si queremos disfrutar de las increíbles vistas, lo mejor es hacerlo desde el Cerro Philippi. Aquí encontramos un parque natural con un camino que nos lleva hasta un gran mirador situado a 30 metros de altura.
DÓNDE COMER EN PUERTO VARAS
Casa Valdés es un lugar para compartir los mejores pescados y mariscos junto a una gran vista al Lago Llanquihue. Recomendables los “Locos cocidos” y el “Mero chileno” o bacalao de profundidad a la donostiarra.
Para el segundo día en Puerto Varas haremos una vuelta al lago Llanquihue. En nuestro camino recorreremos varios pueblos encantadores que nos cautivarán. La visita por el lago y sus alrededores es la oportunidad perfecta para disfrutar de la naturaleza, respirar aire puro y desconectar por unas horas. Además, las poblaciones cercanas son dignas de que hagamos un alto en el camino para visitarlas.
Vuelta al lago Llanquihue: Llanquihue, Frutillar, Puerto Octay, Las Cascadas y Ensenada
El lago Llanquihue es el segundo lago más grande de Chile, tan sólo por detrás del lago General Carrera. Además de Puerto Varas, sus aguas bañan varias ciudades de la zona, y no tardaremos en descubrir que tiene una fuerte influencia alemana, por lo que veremos muchas edificaciones similares a las ya vistas en Puerto Varas.
La primera parada es Llanquihue. Paseando por la ciudad nos sorprenderemos al encontrar multitud de esculturas de madera que adornan sus calles, y que son una de sus señas de identidad. Desde su casco urbano podemos visitar los humedales repletos de fauna autóctona, además de aventurarnos a recorrer el Río Maullín. Desde Llanquihue retomamos nuestra ruta, ahora en dirección a Frutillar.
Frutillar ha sido reconocida por la UNESCO como la ciudad creativa de Chile y tiene una amplia variedad de cosas para ver. Destacamos el Museo Colonial Alemán, donde podremos saber más como el origen de la ciudad y la llegada de los colonos alemanes, además de la Iglesia Inmaculada Concepción o el templo Luterano de Frutillar. Una buena opción para conocer la ciudad es recorrer la Costanera desde donde tendremos fabulosas vistas de la ciudad, el lago y el volcán Osorno.
DÓNDE COMER EN FRUTILLAR
Se Cocina es un restaurante pequeñito familiar, Es una casona de tejas rojas con más de cien años de historia, y al calor de una cocina a leña, se preparan platos basados en el producto local y de temporada.
Una vez terminado nuestra visita, es hora de ir a Puerto Octay. Puerto Octay, algo menos conocido que las anteriores, es una ciudad pintoresca y rodeada de volcanes que ofrece mucha tranquilidad a sus visitantes. Es recomendable pasar por el Hotel Haase, también conocido como Hotel Universal, construido en 1894 y que es uno de los iconos patrimoniales de la ciudad con su claro estilo neoclásico.
Desde Puerto Octay podemos desplazarnos hasta el poblado de Las Cascadas, a los pies del volcán Osorno. Aquí podremos sumergirnos en la naturaleza a través de una ruta inolvidable que conduce a una impresionante caída de agua desde 50 metros de altura.
Terminaremos de deleitarnos con la belleza natural de esta zona de Chile con un paseo por Ensenada, la zona más oriental del Lago, antes de regresar a Puerto Varas. Además de su fantástica playa de arena fina, la localización de la ciudad es totalmente envidiable y el paisaje volcánico es su mayor reclamo. Ensenada ofrece gran cantidad de rutas y actividades en plena naturaleza para todos los gustos.
Si os da tiempo, ir a visitar los Saltos del río Petrohué, a 10 km de Ensenada. Los saltos son los desagües en el Río Petrohué de las aguas del Lago Todos Los Santos, las cuales caen entre rocas de origen volcánico que forman inmensas pozas naturales. Posee una frondosa vegetación que combina maravillosamente con sus aguas color esmeralda.
Día 7 al 10: Puerto Natales y Torres del Paine
Cogemos un vuelo desde Puerto Varas a Puerto Natales. Desde el aeropuerto al pueblo se tarda como máximo 10 minutos y hay opciones de taxi o mini buses que se pueden coger ahí mismo por un precio de unos 10€. Llegamos al Hotel Vinnhaus una pequeña casa de huéspedes estilo vintage, regentado por David Del Río (Chile) y Erkka Lindlöf (Finlandia)… Un lugar con alma e historia que le rinde tributo al arte en todas sus formas.
La zona de Puerto Natales es perfecta para hacer rutas de senderismo, ecuestres o en kayak ya que está rodeada por unos paisajes y un entorno impresionantes, pero sobre todo, para visitar las Torres del Paine, un “must” en nuestro viaje a Chile.
Cuándo visitar las Torres del Paine
El clima es muy variable, dependiendo de la época del año. En invierno, las temperaturas son frías, llegando a bajar hasta los 0°C. Por esto, debes llevar ropa abrigada y calzado de montaña impermeable para la lluvia. Durante la primavera y el otoño, las temperaturas son más cálidas, rondando los 16°C. En verano, la temperatura es muy agradable, con máximas de 20°C. Esta época es la mejor y aunque haga calor, os recomiendo, llevar chubasquero cortavientos y calzado de montaña cómodo.
Para ver las Torres del Paine, tenéis dos opciones: alojaros en hoteles o albergues en el mismo parque para recorrerlo haciendo trekking. Opción que es carísima y además se necesita reservar con 4 o 5 meses de antelación y una gran planificación. O, la opción de visitar el parque en excursiones de 1 día desde Puerto Natales. La entrada al Parque te permite entrar y salir durante tres días consecutivos.
Excursión de un día Torres del Paine y Cueva del Milodón
Duración: 12 horas
Precio: Alrededor de 50€ pp
Nosotros nos declinamos por la opción 2: una excursión de un día desde el mismo Puerto Natales para recorrer la base de Torres del Paine y los sitios más importantes del parque, incluidos los miradores del lago Sarmiento, la laguna Amarga y el lago Noderhold y la cueva del Milodón.
Son casi 120 kilómetros los que separan Puerto Natales de las Torres del Paine pero cuando llegas ahí, y te encuentras frente a frente con las torres, te quedas sin palabras. Es un espectáculo natural único en el mundo, reconocido por la Unesco como reserva de la biosfera. Es un espacio increíble en el que disfrutar de las maravillas del país andino en estado puro.
Siguiente parada en la ruta, el Mirador del Lago Sarmiento, desde donde plasmamos otra de las muchas postales de las Torres del Paine. 90 kilómetros cuadrados que lo coronan como el más grande del parque y que, a diferencia de otros lagos de origen glaciar, éste debe su origen a las lluvias que le concedieron el azul intenso que ahora admiramos y, debido a los trombolitos presentes en agua, se generan sedimentos en las orillas. Más tarde paramos en la Cascada del Río Paine, rodeados de un paisaje espectacular. El río Paine nace en el lago Dickson, donde deshiela el glaciar Dickson, por eso tiene un color lechoso.
A continuación, nos dirigimos al lago Pehoé, con su característico color azul turquesa. Sobre el lago hay una pequeña isla unida a la orilla por un puente, donde encontramos un pequeño hotel formado por pequeños bungalows. El escenario desde la orilla del lago es incomparable.
De vuelta a Puerto Natales, muchas de las excursiones contratadas te incluye la visita a la cueva del Milodón, situada a unos 25 kilómetros de Puerto Natales es donde se encontró el Milodón, un oso perezoso gigantesco, en 1895 por Hermmand Eberhard. Las cuevas y aleros del cerro Benítez encierran la historia de los últimos 20.000 años de la Patagonia. Esta es la historia de las rocas y el paisaje, de grandes y pequeños animales y la historia de los primeros humanos que llegaron a este lugar.
Excursión de un día al Glaciar Grey
La navegación al Glaciar Grey es una de las excursiones imperdibles durante su visita al Parque Nacional Torres del Paine. Esta travesía de 3 horas de duración se realiza a bordo del catamarán Grey III. Desde Puerto Natales llegamos hasta el Hotel Lago Grey y de ahí hasta Río Pingo.
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