¿Has oído hablar de la hipótesis del cerebro triúnico?. Todo empieza con Paul MacLean, médico y neurocientífico, que basándose en las teorías de James Papez, hipotetizó en los años 60 que tenemos un cerebro triple, es decir, compuesto por tres capas y que la más primitiva e interna se llama cerebro reptil o reptiliano. ¿Increíble? No, simplemente evolución.
¿Jugar a videojuegos cambia nuestro cerebro?
Viviendo el ahora: Qué es el Mindfulness o la conciencia plena
Hace mucho, mucho tiempo—millones de años… En una galaxia muy cercana —vamos aquí mismo, en nuestro planeta— el ser humano aún no había dejado su huella. Pero, aunque no existiésemos como especie, nuestro cerebro ya se estaba desarrollando.
¿Cómo es posible? Pues, porque según esta hipótesis, el cerebro tal y cómo lo conocemos, ha ido evolucionando a lo largo de todas las especies que hemos sido anteriormente hasta llegar a nuestros días. ¿Creéis que su diseño es totalmente novedoso, como si derribásemos un edificio viejo y construyéramos otro desde el principio y sin conservar nada del anterior?
No amigos y amigas, la construcción de nuestra mente se asemeja más a la de una catedral antiquísima, que ha tardado millones de años en construirse y aún sigue haciendo mejoras. A lo largo de todo ese tiempo, “los materiales de construcción” han ido cambiando, así como el entorno; las necesidades y los desafíos son diferentes y el cerebro ha ido introduciendo todo eso en su construcción y funcionamiento.
De esta forma, podemos distinguir tres partes del cerebro según su evolución: reptiliano, límbico y neocortex, y que juntos conforman todos los aspectos del ser humano.
El cerebro reptiliano es el más antiguo de todos, el primero en la evolución, y su función es mantenernos con vida. Es el cerebro del instinto y la supervivencia. No piensa, no siente, solo actúa —de forma refleja, territorial y agresiva—. Los sentimientos se los deja al cerebro límbico y el razonamiento al neocórtex —ya os hablaré de ellos en próximos posts—.
En este cerebro se encuentran estructuras que se ocupan de que tu corazón pueda latir, que tus movimientos sean rápidos e instintivos, que tus pulmones hagan su trabajo, que haya un control del sueño y la vigilia, de los cambios de la temperatura y de si necesitamos alimento. Es el cerebro de la lucha y la huida.
Hay investigadores que piensan que el modelo de cerebro triúnico es un mito. Gracias al avance en las técnicas de neuroimagen se ha llegado a la conclusión de que la arquitectura de nuestra mente es aún más compleja y que ciertas estructuras del cerebro pertenecen a especies más antiguas que los propios reptiles, entre otros hallazgos.
Bueno, amig@s el cerebro siempre nos sorprende, aunque puedo decir que su estudio tiene una característica que siempre se cumple: es más complejo y asombroso de lo que logramos imaginar.
Nuestro Novel en Medicina Santiago Ramón y Cajal decía: “Mientras el cerebro sea un misterio, el universo continuará siendo un misterio”. Y qué razón tenía.
¡Hasta el próximo post psicoclinianos!
Deja un comentario