El hijo de Mar Flores abre su primera barbería y estudio de tatuajes en el barrio que lo vio crecer, tras una etapa personal y judicial compleja.
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Carlo Costanzia disfruta ya de su libertad y Alejandra Rubio celebra el inicio de esta nueva etapa
El viaje a Italia de Alejandra Rubio y Carlo Costanzia para un reencuentro familiar y muy esperado
Tras un año de altibajos, Carlo Costanzia inicia una nueva etapa más centrada, serena y familiar. El actor y músico ha apostado por un proyecto empresarial muy personal: Brigante’s Barber & Tattoo, un local de estética vintage ubicado en el corazón de Vallecas.
Una nueva vida como padre y emprendedor
Convertido en padre junto a Alejandra Rubio, nieta de María Teresa Campos, Carlo parece haber cambiado de prioridades. El nacimiento de su hijo, Carlo Jr., marcó un antes y un después. Ahora, liberado de sus problemas judiciales y con «libertad absoluta», el actor se enfoca en este nuevo camino empresarial.
El contexto familiar de Carlo no ha sido sencillo. Mientras cumplía una condena de 21 meses por estafa —que lo obligaba a usar pulsera telemática y pernoctar en un centro penitenciario—, su pareja vivió sola gran parte del embarazo. Además, su padre y hermanos enfrentan un proceso judicial por un caso grave en Italia, lo que ha añadido tensión a la vida del joven empresario.
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Brigante’s: El nuevo negocio de Carlo Costanzia
La barbería y estudio de tatuajes abrió sus puertas en la calle León Felipe nº 18, en Puente de Vallecas, un barrio que Carlo conoce bien. Allí vivía antes de mudarse con Alejandra a Aravaca. El local ha sido completamente reformado y ahora luce un estilo retro e industrial que evoca las películas de mafiosos: «Bad guys, clean-shaves. The ‘Godfather’ said it», puede leerse en una de sus paredes, junto con su versión en español: «Los tipos duros, bien afeitados. Lo dijo ‘El Padrino'».
Con precios accesibles —13 euros un corte de pelo, tatuajes desde 60— y dos áreas diferenciadas para peluquería y tatuajes, Brigante’s no solo es un negocio, sino una declaración de intenciones. “Quiero que sea un poco más exclusivo, quiero dar un buen trato a los vecinos”, explicaba Carlo antes de la apertura.
El lugar mantiene algunos muebles originales del negocio anterior, también una barbería con zona de tatuajes. Su decoración se compone de sillones retro, espejos antiguos y baúles que aportan ese aire de otra época.
Carlo Costanzia, tras un tiempo apartado del foco mediático, parece haber encontrado un espacio donde expresar su identidad, mientras construye un futuro más estable junto a su pareja y su hijo. Brigante’s, más que una barbería, representa el renacer de un hombre que busca dejar atrás las sombras del pasado.
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