Ahora que parece que aunque con cierto retraso (afortunadamente), nos llega a nivel climatológico el verano, no es malo recordar, como lo hace habitualmente en estas fechas la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente del Ministerio de Sanidad, alertando de que con la llegada de las altas temperaturas es necesario vigilar el consumo de ciertos medicamentos, ya que en algunos casos pueden contribuir al agravamiento del síndrome de agotamiento y de golpe de calor, de los que hablaremos en la próxima entrega.
Estas advertencias irán fundamentalmente en tratamientos prolongadas en el tiempo y en pacientes polimedicados, principalmente de edad avanzada.
Destacan especialmente los medicamentos que provocan alteraciones de la hidratación y electrolíticos, sobre todo los DIURÉTICOS del asa (furosemida, torasemida, etc), así como los medicamentos susceptibles de alterar la función renal, principalmente los muy utilizados ANTINFLAMATORIOS no esteroideos (AINEs), muchos de los más utilizados como Antihipertensivos de los grupos inhibidores de la enzima conversora de la angiotensina, los antagonistas de los receptores de la angiotensina II.
Algunos antibióticos y antivirales. aquellos con un perfil cinético que puede alterarse por la deshidratación; los antiarrítmicos, antiepilépticos, algunos antidiabéticos orales y los hipocolesterolemiantes (estatinas y fibratos).
Por fin, otros que pueden dar problemas en cualquier momento como el síndrome neuroléptico maligno (que pueden inducir todos los neurolépticos o antipsicóticos) y el serotoninérgico, ligado al uso de inhibidores de recaptación de serotonina, los triptanes y la buspirona.
-El consumo de sustancias anfetamínicas y la cocaína, así como el alcoholismo crónico, también son factores de riesgo que pueden agravar las consecuencias del calor.
-En resumen todos deberíamos evitar las altas temperaturas pero especialmente los pacientes de más edad y con medicación de los grupos descritos, debiendo consultar con su médico ante cualquier duda.
Dr. Miguel Ángel Bufalá.
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