Por Barbireando
Bienvenido Agosto y bienvenidos queridos lectores a esta sección donde semana tras semana intento descubrir experiencias mágicas en nuestra querida España.Hoy os descubro la Bodega Jeromin… Una bodega familiar y llena de tradición sin salir de la Comunidad de Madrid
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Fincas Azabache: La cuna de los Viñedos Riojanos
Si hace dos semanas hacía un guiño a mi abuela materna, hoy me toca a mi abuelo paterno. Porque para mi los abuelos son las personas más importantes en nuestras vidas. El mío fue de los mejores que pude tener y me enseñó muchísimos cosas. No hay un día que no me acuerde de él y piense lo mucho que le gustaría estar en los sitios que descubro. Entre sus cualidades estaba amar el vino. Porque sin saberlo, él en su época era un #winelover. Llevo varios días hablando con mi padre e intentando recordar sus andanzas.
El post de hoy hace honor a su querido Madrid, porque el era muy gato y qué deciros, del mismo Puente de Vallecas… Pero no sólo era gato, ademas amaba el producto de Madrid. Y mucho más, el vino de Madrid. Recorría kilómetros para ir a Arganda del Rey o Morata de Tajuña para comprar el vino de “litreo”, porque era amante del tinto y del clarete fresquito. Porque antes, queridos lectores, era la forma de beber vino. Ibas a la bodega y te llevabas litros de ese caldo maravilloso, además de tomarte unos cuantos con el dueño en esos vasos de duralex (bajos y chatos) y acompañado de queso que hacían en casa o de embutido que tenían de la matanza… ¡Otros tiempos sin duda!
Mi amor por el vino viene de herencia familiar. Por eso, cuando mis pasos me llevan a conocer Vinos Jeromin, en Villarejo de Salvanés, solo se que mis recuerdos entran en un momento de activación máxima. Me siento muy identificada con su filosofía “amor y pasión por el mundo del vino”. Como decimos en los Madriles: ¡CHAPÓ!. Y si, además, le unes a esta filosofía tradición familiar que viene de lejos y más concretamente del abuelo del fundador, que puedo deciros… Que roba el corazón desde el momento uno.
Hay veces que sientes que los lugares que visitas ya los has visitado antes o, algo que te atrapa nada más llegar. Y eso siento cuando recorro de la mano de Gregorio (uno de los hijos del dueño), la bodega y su tierra. Porque… Qué espectáculo de campo y de vid en esas inmediaciones de nuestro Madrid. Qué cepas tan especiales con una media entre 80 y 90 años, bien cuidadas, donde el mimo se aprecia nada más entras en contacto con ellas. Hay una simbiosis sin duda y como dice esta familia “Unidos con la Tierra” y eso es lo que siento con cada paso que doy.
Recorremos los campos, la bodega y cuando entramos en uno de los lugares donde todavía tienen tinajas donde se almacenaba el vino, donde su abuelo empezó su andanza vinícola!, ahí mi corazón se agita y mi cabeza se llena de recuerdos. Qué experiencia tan mágica poder recordar momentos gracias al proyecto de esta familia en el que su pilar más importe es: “el amor por el vino”.
Después de conocer su proyecto, sentarnos a catar y disfrutar de sus caldos, como hacían antiguamente, recorro sus marcas y conozco su vino “Manu” (el otro hijo del dueño), con una filosofía parecida a la mia: “espíritu libre, vino de autor”… Un Coupage que me deja prendada desde el primer momento. Y allí mi paladar descubre en primicia la nueva propuesta de Félix Martínez: “Cepas Viejas” que saldrá a la venta en noviembre … Solo puedo decir que es un viaje y como decía mi querido abuelo, calienta el alma.
Recorro caminando Villarejo de Salvanés y sus rincones de historia, con su torre del homenaje del siglo XV y su plaza maravillosa. Y mi estómago empieza a rugir… Así que mis pasos me llevan al restaurante La Tercia, alojado en una segregación de La Casa de la Tercia, que fue sede de la Encomienda Mayor de Castilla. Es un edificio histórico del siglo XVI, uno de los mejores ejemplos de la arquitectura civil castellana.
Me dejo deleitar por un menú del día donde su cocina entre muros viene cargada de historia. Materias primas de la comarca muy elaborada en un marco espectacular. Todo muy bien maridado con mis queridos Vinos Jeromin.
Hoy mi guiño es para May. Gracias por descubrirme este rincón y por traerme tantos recuerdos. Y especial para ti abuelo Justito “chin -chin”
Hasta la semana que viene.
1 Comentario
Conozco esta bodega y la verdad es que son unos vinos muy muy ricos
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