La verdad sobre la boda “falsa” de Kiko Rivera e Irene Rosales que ella misma ha aclarado: “Simplemente tuve que ir posponiendo la boda porque en ese momento mi padre ya estaba muy malito“.
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Kiko Rivera e Irene Rosales se daban el “sí, quiero” el 7 de octubre de 2016. Sin embargo, según la información con la que ha sorprendido a todos este fin de semana el diario ‘La Razón’, en realidad no se casaron de verdad. La publicación asegura que todo se trató de una farsa montada por el hijo de Isabel Pantoja “para que Rosales no pidiese más la formalización legal de la relación y para rentabilizarlo a sabiendas de que no tenía validez legal alguna”.
Al parecer Irene Rosales firmó un papel que nunca fue llevado al Registro Civil y se enteraba de la supuesta farsa dos años después, con el nacimiento de su hija Carlota. Aunque en un principio pensó que se trataba de un error burocrático, poco después se enteraba de que realmente no estaba casada, según afirmaba el diario.
Ante esta información, ha sido la protagonista de la noticia, Irene Rosales, quien ha asegurando, en el programa ‘Viva la vida’, que eso es un malentendido. “Estoy cansada de que culpen a mi marido de absolutamente todo. No voy a permitir que le dejen mal“, estallaba dando la cara por Kiko.
“El problema que nosotros tuvimos es que nos íbamos a casar el mismo día de la boda pero se nos extraviaron unos papeles. Entonces como yo ya tenía todo organizado dije, ‘no pasa nada’. Pero el caso es que ya se me perdieron los papelitos. Como yo me casé en Sanlúcar y me tenía que casar en el ayuntamiento de ahí, dije, ‘pues mira, como ya hemos hecho la boda, ya voy a pasar todos los papeles para el ayuntamiento de Castilleja’. Cuando ya fui a pedir todas las citas para el ayuntamiento de Castilleja, cada vez que me iban a dar la cita no podía“.
Y añadió: “Simplemente tuve que ir posponiendo la boda porque en ese momento mi padre ya estaba muy malito, le daban crisis epilépticas y todas las semanas teníamos que ir al hospital pensando que se nos iba hasta que ya se lo pudimos controlar. Yo ya me quedé embarazada en 2018 y a finales de 2018, que era cuando teníamos planeada la boda, decidimos entrar en GH Dúo y justamente nos casamos al salir del programa, fuimos a firmar con dos testigos y fin“.
Además, quiso aclarar que el único motivo por el que ha querido dar todas las explicaciones pertinentes es “porque no quiero que se deje a mi marido mal. Ni a mí Kiko me ha engañado, ni hemos vendido una mentira. Se da a entender que yo soy tonta y no me entero de nada y puedo ser muchas cosas pero tonta no soy“. Por último, quiso aclarar que, lejos de los rumores de distanciamiento entre la pareja: “Estamos muy bien, muy calmados y tranquilos. Compartiendo mucho tiempo con las peques que hacía falta y nosotros dos que se agradece“.
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