El fabricante de coches alemán, se adelanta a sus competidores y lanza al mercado, el primer coche sin espejos retrovisores.
El BMW i8 Mirrorless, reemplaza los retrovisores por una cámara instalada en el retrovisor interior.
El coche, como podemos ver en las fotos que ilustran este reportaje, incorpora dos cámaras de aspecto insignificante, acopladas a enganches aerodinámicos, que sustituyen a los espejos clásicos exteriores. Además una tercera cámara se monta en el borde superior del parabrisas trasero.
Todas las imágnes se unen y se muestran en alta resolución, en el espejo retrovisor interior.
La imagen trasera cubre un mayor ángulo del que cubrirían los espejos interior y exteriores, de esta forma los llamados “puntos ciegos”, pasan a la historia
El monitor mide 300 milímetros de ancho y 75 milímetros de alto.
Además en distintas situaciones de riesgo, una señal luminosa nos avisará de esa posibilidad.
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