Beyoncé volvió a captar todas las miradas a su llegada al photocall del concierto Tidal X: 10/20 en el Barclayd Center de Nueva York.
Beyoncé eclipsó a todos con uno de looks más sexys que le recordamos a la cantante. El super-escote de su vestido color marsala de Philipp Plein a punto estuvo de jugarle una mala pasada y enseñar más de la cuenta.
La estrella del pop, de 34 años, más allá del espectacular escote, la espalda al aire, la ‘raja de la falda’ no dejaba mucho lugar a la imaginación.
Completaba el look con las joyas de Lorraine Schwartz que eran XXL, y sorprendía con su melena rubia recogida en una tirante coleta alta. Olvidándose una vez más de que el ‘menos es más’ la cantante se subía en unos maravillosos ‘stilletto’ negros de Louboutin.
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