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Berlín, una ciudad de contrastes – Qué ver, dónde comer y dónde alojarte

Berlín, una ciudad de contrastes – Qué ver, dónde comer y dónde alojarte

Por Vanessa Pragasam

Divertida, multicultural, interesante, acogedora, sorprendente, cosmopolita: así es Berlín, repleta de sorpresas… Un lugar donde se puede disfrutar de su presente echando una mirada al futuro sin olvidar su pasado.

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La noche del 9 de noviembre de 1989, todo el mundo contempló en directo cómo caía el Muro de Berlín y, dos países que se habían mantenido separados durante casi 30 años eran finalmente unidos de nuevo. En Occidente se le llamó “muro de la vergüenza” y en Oriente su nombre oficial era “muro de protección antifascista”… Veinticinco años después, Berlín conmemora el evento que puso fin a la Guerra Fría y permitió la Reunificación de Alemania y Europa. Conserva apenas dos de los 155 kilómetros del muro, gracias a iniciativas que han hecho prevalecer su voz contra el olvido, frente a quienes querían derribarlo por completo y pasar página al horror que causó.

La magia de Berlín reside en el contraste. Lo mejor es dejarse llevar por las calles y perderse entre murales espectaculares y frías fachadas soviéticas… Es una ciudad enorme donde cada barrio se aleja tanto del anterior que nos parecerá haber cambiado de ciudad, e incluso de país. No hay dos viajes a Berlín iguales, eso está claro, y más aún en un lugar donde hay santuarios de tradición, cimientos sobre los que la ciudad es capaz de renacer cada día para sorprendernos y demostrarnos una evolución constante, rincones con una historia que nos enseña y recuerda lecciones que no se deben de volver a repetir.

Ni la inexorable entrada del invierno con sus fríos días ni la falta de horas de luz que acentúa el cambio horario, nos intimidan para seguir disfrutando de esta vibrante ciudad. La capital alemana en navidad se ilumina con miles de bombillas de colores, se decoran las calles y se llenan de mercadillos callejeros en los que disfrutar de la rica gastronomía alemana… Es sin duda la mejor época para descubrir la versión más atractiva de esta ciudad.

Cómo moverte por Berlín

Escogemos el puente de la Constitución para volar al aeropuerto de Tegel, que se encuentra a tan solo 8 Km de la ciudad. Pertenece a la zona B de tarifas de transporte público. Para llegar a Berlín desde el aeropuerto es muy fácil ya que tanto el U-Bahn como el S-Bahn llegan hasta Alexander Platz y hasta la Puerta de Brandenburgo por 2,90€.

Hay diferentes billetes de transporte público que se pueden comprar dependiendo de las zonas en las que te vas a mover. Para moverse por Berlín ciudad, hay que escoger las zonas AB. Solo tendréis que comprar un billete de zona C si queréis llegar al aeropuerto de Schönefeld, a Potsdam o al campo de concentración de Sachsenhausen. Si el buen tiempo acompaña, recomiendo alquilar una bici con la que se puede abarcar y disfrutar mucho más la ciudad.

Nos alojamos en el Novotel Suites Berlin City Potsdamer Platz,  situado a menos de 5 minutos andando de Postdamer Platz.

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Sábado, 9 de la mañana y luce el sol, así que decidimos caminar hasta la “Isla de los museos” donde tenemos cita a las 10 para visitarlos.

Checkpoint Charlie

Para llegar hasta ahí, cruzamos el famoso Checkpoint Charlie, nombre dado por los Aliados occidentales a un punto de cruce entre Berlín Oriental y Berlín Occidental durante la Guerra Fría. Se sitúa en la Friedrichstrasse, y era un puesto fronterizo entre las zonas de control estadounidense y la soviética. En la actualidad hay una pequeña réplica de la caseta de control que fue desmantelada en 1990.

Checkpoint Charlie
Checkpoint Charlie

Isla de los museos

Berlín no es solo fiesta, cerveza y currywurst. Si te gustan los museos, que sepas que aquí hay más de 100… Pocas ciudades del mundo pueden alardear de tener cinco museos de prestigio mundial prácticamente uno al lado del otro y estos se encuentran en la “Isla de los museos”: el Museo Antiguo, de arquitectura clasicista y compuesto por una colección de antigüedades procedente de los museos estatales; el Museo Nuevo, que alberga el busto de Nefertiti; la Antigua Galería Nacional, el Museo Bode, con grandes joyas del arte bizantino y, el Museo de Pérgamo, con zonas dedicadas al Islam, Roma, Grecia, Mesopotamia y el Próximo Oriente, posee joyas como la Puerta de Istar de Babilonia, el Altar de Zeus o la puerta del mercado romano de Mileto.

La Isla de los Museos está dentro de la lista del Patrimonio Cultural de la Humanidad de la UNESCO no sólo por los museos, sino también por el Arsenal y la Catedral, que también forman parte del conjunto. El precio online para la Isla de los museos cuesta 17€ pudiendo escoger la hora deseada para entrar y evitar las largas colas que se forman.

Puerta de Istar
Puerta de Istar

Berliner Dom

Berlín, como toda capital europea, tiene su propia catedral, la Berliner Dom, situada junto a la “isla de los museos” siendo un edificio sorprendente. Además de su cúpula, desde la que se puede ver toda la ciudad, destacan el altar mayor, el órgano y la cripta funeraria donde se ubican unas 80 tumbas de numerosos reyes prusianos. El precio si queréis visitarla es de 7€.

Berliner Dom
Berliner Dom

Como hace un día espectacular, decidimos andar hasta el East Side Gallery, pasando primero por el Rotes Rathaus o “Ayuntamiento rojo”, edificio neorrenacentista sede del Ayuntamiento y del Senado de Berlín desde 1991 y después, por el Barrio de San Nicolás, el más antiguo de la ciudad que conserva todos los detalles de una ciudad de 1237. Sin él, Berlín no sería tal y como la conocemos: una ciudad llena de contrastes y diversidad, con tiendas típicas de artesanía local, porcelana, antigüedades, además de cafés y restaurantes de comida regional.

Ayuntamiento Rojo
Ayuntamiento Rojo

East Side Gallery

Después de casi media hora andando, llegamos al East Side Gallery, objeto de arte puro, espontáneo, callejero y urbano… Una atracción turística y una manzana de la discordia en el Berlín reunificado. Aunque la mayor parte fue derribada en los años 90, todavía quedan algunos fragmentos del muro que durante 28 años dividió la ciudad… Es la galería de arte al aire libre más grande del mundo. Aquí se encuentra la obra de Wrubel, “Dios mío, ayúdame a sobrevivir a este amor mortal”, una de las más famosas del Muro de Berlín: el famoso beso fraternal entre el líder de la RDA Erich Honecker y el líder soviético Leonid Brezhnev.

East Side Gallery
East Side Gallery

Dónde comer o cenar en Berlín

Gendarmenmarkt

Hora de comer… Cogemos el metro hasta Hausvogteiplatz, donde se encuentra el Gendarmenmarkt. Está rodeada por dos catedrales, la francesa y la alemana, una a cada lado del teatro alemán, Konzerthaus, magnífica sala de conciertos y la sede de la Orquesta Sinfónica de Berlín. En el centro, la escultura de Schiller: poeta, dramaturgo, filósofo e historiador alemán. El nostálgico marco de encanto navideño que rodea esta plaza, lo convierte en uno de los mercadillos más fascinantes de Berlín. Además de ofrecer productos artesanales y auténticos placeres culinarios, el mercado es escenario de numerosas actuaciones musicales. En uno de los múltiples puestos, pudimos disfrutar de un riquísimo Currywurst acompañado de una Berliner…plan totalmente recomendable.

Paseamos por la Friedrichstrasse hasta nuestro hotel, lo cual supone atravesar el corazón de la ciudad de norte a sur. Es una calle llena de historia, moda, diseño, gastronomía y arquitectura… Es un gigantesco centro comercial de 3,5 kilómetros de largo donde poder pasar una buena tarde de compras.

Después de un merecido descanso en el hotel, fuimos a cenar al restaurante Mesa en el hotel Grand Hyatt… Un lugar muy acogedor donde disfrutar de platos típicos alemanes acompañados de un buen vino. Está situado cerca de Postdamer Platz, uno de los lugares más destacados de la ciudad, mezcla de entretenimiento, compras y estilo cosmopolita. Es famosa, entre otras cosas, porque aquí se puso el primer semáforo de Europa, porque en la actualidad se realiza el festival de cine de Berlín, la Berlinale y por el Sony Center, que se caracteriza por su enorme cúpula de cristal y acero iluminada con luces de colores cambiantes.

Sony Center
Sony Center

Día 2

Domingo 10:30: Nos vamos a descubrir el Berlín que está bajo nuestros pies, literalmente: con la asociación Berliner Unterwelten y partiendo de la estación de metro Gesundbrunnen, paseamos por los túneles y búnkeres subterráneos que nos llevan de viaje en el tiempo a la época de la 2º Guerra Mundial o de la guerra fría. El precio son 10€ y no se admiten reservas ni comprar las entradas por adelantado, por lo que os recomiendo estar 2 horas antes para evitar quedarse sin entrada.

Tras 90 minutos de visita guiada por “el mundo en tinieblas”, recorriendo las extensas habitaciones llenas de historia, nos vamos de shopping por Mauerpark, un mercadillo donde podrás encontrar verdaderos chollos de ropa vintage, arte y comida. Paseamos por Prenzlauer Berg, un barrio tradicionalmente bohemio que ha sufrido muchos cambios después de la caída del muro, alejado del centro turístico pero con todos los atractivos necesarios para no perdérselo. Artistas, actores, directores, soñadores, todos conviven entre las tiendas bio y las guarderías de sus pintorescas calles. Aquí se encuentran los comercios más curiosos y los bares más originales, es la zona preferida para irse de “brunch” y nosotras no vamos a ser menos. Por recomendación de una amiga, vamos a Anna Blume, un lugar que combina una floristería, panadería y cafetería, donde podéis desayunar, almorzar o bien, disfrutar de la lectura tomando un libro prestado del “bosque de libros”, “dispensadores” para que la gente intercambie sus libros ya leídos, por otros de su interés. Interesante, ¿verdad?.

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Bosque de libros

Nuestra siguiente parada es la zona de Scheunenviertel, o el barrio judío, a unos pasos de la mítica Alexanderplatz. Fue el lugar de asentamiento de buena parte de los 160.000 judíos que habitaban Berlín antes de la Guerra y, hoy en día, es uno de los barrios más animados de la ciudad, lleno de restaurantes, galerías de arte a muy buen precio y clubes nocturnos, especialmente en la calle Oranienburger. Si se mira hacia abajo, aún pueden apreciarse en las aceras los llamados “escollos” de latón, en memoria del paso de los nazis por los hogares de los judíos que fueron deportados y asesinados.

Aquí también podréis ver la imagen más reconocible de la comunidad hebrea: la de la cúpula dorada de la Nueva Sinagoga.

Desde la caída del Muro, Hackesche Höfe se ha convertido en un punto de encuentro, tanto para los berlineses como para visitantes. Son ocho patios interiores que se comunican entre sí y llaman la atención por sus fachadas de decoración de Art Nouveau y estilo modernista.

Hackesche Hofe
Hackesche Hofe

A las 16:00 tenemos cita para visitar el monumento más alto de Berlín: la torre de televisión de 368 metros que la RDA construyó como símbolo del comunismo. Se encuentra en Alexanderplatz, donde comenzaron las protestas para derribar el Muro. En estas fechas ponen un mercado donde podemos sentir el más profundo espíritu navideño. Te declares o no un amante acérrimo de esta época, seguro que encontrarás algún producto que te llame la atención Desde el cielo, nos observan los múltiples colores de una noria que sube hasta la altura de 50 metros y, entre los edificios, llama especialmente la atención la estructura en la cual funciona un reloj capaz de indicar la hora mundial.

Torre de Televisión y Reloj Mundial
Torre de Televisión y Reloj Mundial

Recorremos Unter den Linden que es, sin duda, la avenida más elegante de la ciudad, al nivel de los Campos Eliseos de París o la Quinta Avenida de Nueva York. Va desde la “isla de los museos” hasta la Puerta de Brandemburgo.

Por el camino nos topamos con la Bebelplatz donde se encuentran la catedral de St. Hedwigs, el Teatro de la Opera y la Antigua biblioteca de la Universidad Humboldt. La noche del 10 de mayo de 1933, fue el escenario de una gran hoguera en la que se quemaron 20.000 libros de algunos autores censurados por los nazis. Desde 1995, en el centro de la plaza, un pequeño rectángulo acristalado nos permite ver la “Librería Vacía”: un memorial de Micha Ullmann.

Avenida Unter den Linden
Avenida Unter den Linden

Como habíamos comido pronto, hacemos un alto en el camino en Die Berliner Republik. Taberna al más puro estilo berlinés, situada a orillas del río Spree, donde disfrutamos de una cena típica alemana: codillo con chucrut acompañado de una de las 18 cervezas diferentes que te dan para elegir. ¿Apetecible, no?.

Seguimos por Unter den Linden hasta la Puerta de Brandenburgo, antigua puerta de la ciudad reconstruida en el siglo XVIII como un arco de triunfo neoclásico, con la influencia arquitectónica de Atenas y hoy en día, uno de los hitos más conocidos de Alemania.

Alrededor de la puerta se congregan muchas historias, protagonizadas por napoleones, soviéticos y discursos de terror durante el imperio nazi… Esta puerta es el testigo mudo de la historia de Berlín.

Puerta de Brandenburgo
Puerta de Brandenburgo

Día 3:

Reichstag

Ya estamos a lunes, es nuestro último día en Berlín y tenemos reservada a las 10:00 una visita al edificio del Parlamento alemán, conocido como el Bundestag o Reichstag. Se trata de un edificio histórico con aspecto de templo clásico, donde el gran atractivo está en subir a la azotea y acceder a la gran cúpula de cristal diseñada por el prestigioso arquitecto Norman Foster, desde donde se puede ver todo Berlín. La entrada es gratuita y, para evitar largas colas, han establecido un sistema de reserva anticipada, que es la única forma de conseguir las entradas para visitarlo. Para solicitar una visita guiada, has de cumplimentar el formulario online, si sólo queréis visitar la cúpula, basta con dar nombre, apellidos y fecha de nacimiento.

Cúpula Reichstag
Cúpula Reichstag

Banco DZ

Salimos del Parlamento y volvemos a la Plaza de París, donde está la Puerta de Brandenburgo, esta vez de día para poder entrar al Banco DZ… Un banco, sí. Un edificio con un exterior muy austero que se contrapone con un interior sorprendente donde se exhibe una de las obras más interesantes del escultor Frank O. Gehry, una “cola de ballena” al más puro estilo Gehry.

Cola de ballena
Cola de ballena

Memorial del Holocausto

A escasos metros de esta plaza se puede ver uno de los lugares más impresionantes y sobrecogedores de Alemania: El Memorial del Holocausto. Diseñado por el arquitecto norteamericano Peter Eisenman, se trata de un monumento dedicado a los 6 millones de judíos exterminados en el Holocausto que impresiona tanto por su significado como por su estructura. Un laberíntico espacio formado por 2711 bloques de alturas variables que producen sensaciones de opresión, claustrofobia, desorientación… en suma, caos dentro de un orden geométrico.

Monumento al Holocausto
Monumento al Holocausto

Después de tanta visita, tenemos el plan perfecto para terminar este viaje: Irse de compras!!. Bordeando Tiergarten, el parque más céntrico y grande de la ciudad, llegamos a la calle más popular de Berlín: Kurfürstendamm o Ku’damm. Es famosa por su variedad y originalidad, por su creatividad y diseño, porque junto a las grandes cadenas conviven numerosas tiendecitas con un marcado sello personal. Da igual el presupuesto disponible, esta gran avenida se amolda al poder adquisitivo de sus visitantes.

¿Os imagináis una planta gourmet de 7.000 metros cuadrados y 34.000 artículos donde elegir?. Es el departamento más grande de delicatesen de Europa y se encuentra en la sexta planta de Kadewe, el Harrods de Berlín. Probablemente su diseño no sea el más moderno pero la calidad y frescura de los productos que ofrecen en todos sus puestos impresiona a todo quien lo visita.

Nosotras quisimos darnos un pequeño homenaje, degustando una tabla de exquisitos quesos acompañados de un buen vino.

Para aquellos que busquen un sitio un poco más tranquilo donde comer o simplemente tomar un café, no os perdáis Savigny Platz, muy cerca de Ku´damm. Paseando por sus calles y alrededores, se pueden descubrir galerías de arte, boutiques de lujo y una selección de restaurantes fantásticos.

Berlín tiene mucho que ofrecer a cualquiera: al que se interese por el arte y al que se interese por la vida nocturna, al amante de la historia y al aficionado al deporte; al que le guste la vida en la gran ciudad y al que disfrute de la tranquilidad en la naturaleza: es uno de los destinos favoritos de los europeos, ya sea en invierno o en verano. Es una ciudad llena de contrastes, para vivirla y dejarse llevar…no esperéis para conocerla.

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