La kombucha es una bebida probiótica rica en antioxidantes, vitaminas, ácido fólico y otros nutrientes que cada vez cuenta con más adeptos. Entre sus beneficios está ayudar a mejorar el sistema inmunológico, limpiar de toxinas el hígado y el cuerpo pero, hay muchos más. Te contamos qué es y todos sus beneficios… Sigue leyendo.
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La kombucha es una bebida probiótica rica en antioxidantes, vitaminas, ácido fólico y otros nutrientes que ayudan a mejorar el sistema inmunológico, limpiar de toxinas el hígado y el cuerpo, y mejorar la digestión y la flora intestinal. A día de hoy, este producto se ha convertido en un bien esencial para muchas familias (algo que hace unos años parecía impensable). Y esto es debido al cambio de comportamiento del consumidor español hacia las bebidas naturales y, en concreto, hacia la kombucha.
Sin duda hoy, hay un nuevo consumidor consciente que aprecia el producto y, por ende, la marca KOMVIDA, tal como señala el ‘Informe de alimentación saludable 2018’, elaborado por la EAE Business School. Entre estos se encuentran:
- Los “eco-conscientes” que prefieren alimentos con envases donde se especifique el contenido y su composición en las etiquetas, y tienden a preferir los productos veganos.
- También están los “buscadores de bueno-para-mí” que prefieren alimentos naturales, ecológicos y con etiquetas que procedan de organizaciones de confianza. Se muestran interesados por aquellas que promueven valores éticos a través de acciones de RSC.
- Están los “entusiastas del fitness”, acostumbrados a practicar deporte en su día a día y a incluir en su dieta alimentos frescos y productos con suplementos nutricionales.
- Y los “LOHA” cuyas siglas significan ‘estilo de vida saludable y sostenible’ en inglés, que están interesados en un consumo saludable, ético y responsable.
En este sentido, el crecimiento del consumo de la kombucha en España se debe a qué cuenta con varios beneficios científicamente demostrados. Al ser una bebida probiótica su consumo regula y mejora el sistema inmunológico. Es una gran fuente de antioxidantes y ayuda a la desintoxicación de toxinas; mejora la microbiota, equilibra el metabolismo y es revitalizante. Y es que, el que lo prueba nota la mejora en su cuerpo (se siente con más energía, menos hinchado, hace mejor la digestión…) y esto hace que lo incorpore a su dieta.
Contiene vitamina A, B1, B2, B3, B6, B12, C, D, E, K y ciertas enzimas (proteasas, amilasas y catalasas), ácido fólico que desarrolla un papel importante en el metabolismo celular, ácido glucurónico como principal agente terapéutico, además de otros ácidos presentes, como el láctico, el acético, el tartárico, el málico y, en menor cantidad, cítrico. También contiene proteínas, potasio, hierro y calcio.
La kombucha es, además, una bebida rica en nutrientes antioxidantes como la luteína, los betacarotenos, el lipoceno, el selenio y/o la coenzima Q10. Y presenta propiedades funcionales con efectos positivos demostrados como:
Probiótico
Los probióticos proporcionan bacterias saludables al intestino, lo que contribuye a mejorar muchos aspectos de la salud, incluida la digestión, la inflamación e incluso la pérdida de peso.
La kombucha se elabora agregando cepas específicas de bacterias, levadura y azúcar al té negro o verde. Luego se deja fermentar formando una colonia simbiótica viva de bacterias y levaduras, o un scoby, que se puede usar para fermentar nueva kombucha. Aunque todavía no hay evidencia de los beneficios probióticos de la kombucha, contiene varias especies de bacterias de ácido láctico que pueden tener función probiótica.
Poder antioxidante
Muchos científicos creen que los antioxidantes de alimentos y bebidas son mejores para la salud que los suplementos. La kombucha, especialmente cuando se hace con té verde, parece tener efectos antioxidantes en el hígado. Diversos estudios han demostrado que beber kombucha reduce regularmente la toxicidad hepática causada por químicos tóxicos, en algunos casos al menos en un 70%. Si bien no existen estudios en humanos sobre este tema, parece ser un área de investigación prometedora para las personas con enfermedad hepática. De hecho, un trabajo publicado en el Journal of Microbiology Biotechnology determina que “las moléculas antioxidantes producidas durante el periodo de fermentación podrían ser la razón de las propiedades hepatoprotectoras y curativas eficientes de este té contra la hepatotoxicidad inducida por fármacos“.
Antibacterias
La principal sustancia producida durante la fermentación de la kombucha es el ácido acético, que también es abundante en el vinagre. Al igual que los polifenoles en el té, el ácido acético puede matar muchos microorganismos potencialmente dañinos. La kombucha hecha de té negro o verde parece tener fuertes propiedades antibacterianas, particularmente contra las bacterias que causan infecciones.
Riesgo cardiaco
La enfermedad cardiaca es la principal causa de muerte en el mundo y los estudios en animales muestran que la kombucha puede mejorar en gran medida dos marcadores de la patología, el colesterol LDL, el malo, y el colesterol HDL, el bueno, en tan solo 30 días, como destaca una investigación publicada en BMC Complementary Alternative Medicine. Aún más importante, el té (especialmente el té verde) protege las partículas de colesterol LDL de la oxidación, que se cree que contribuye a la enfermedad cardiaca. De hecho, los bebedores de té verde tienen hasta un 31% menos de riesgo de desarrollar patologías cardiovasculares, un beneficio que también puede aplicarse a la kombucha.
Diabetes
Afecta a más de 300 millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por altos niveles de azúcar en la sangre y resistencia a la insulina. Un estudio en ratas diabéticas encontró que la kombucha ralentizó la digestión de los carbohidratos, lo que redujo los niveles de azúcar en la sangre. También mejoró la función hepática y renal. Es probable que la kombucha hecha de té verde sea aún más beneficiosa, ya que se ha demostrado que la infusión en sí misma reduce los niveles de azúcar en la sangre. De hecho, un estudio de revisión de casi 300.000 personas encontró que los bebedores de té verde tenían un 18% menos de riesgo de convertirse en diabéticos.
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