David Beckham, las lágrimas de un grande
“Intenté controlar mis emociones, pero en los últimos 25 minutos fue todo muy complicado. Para todo jugador es un sueño poner fin a su carrera ante un público y unos jugadores de esta clase”, señaló el sábado Beckham, de 38 años, después del 3-1 sobre el Stade Brest en un duelo de la Liga Francesa.
El centrocampista inglés, que lució el brazalete de capitán de modo honorario, fue sustituido en el minuto 82 ente una atronadora ovación de los 45.000 espectadores que llenaban el estadio Parque de los Príncipes de París. Fue demasiado para el ‘Spice boy’, muy frío habitualmente, que no pudo contener las lágrimas.
Beckham, que el jueves anunció que colgaría las botas al final de la temporada, terminó el duelo con los ojos enrojecidos. El PSG, flamante campeón, disputará un partido más, pero el inglés aseguró que no lo jugará: “Sí, éste fue mi último partido”. Su entrenador, el italiano Carlo Ancelotti, cerró el debate asegurando que el césped artificial de Lorient era veneno para un jugador veterano como Beckham. “París es una de las ciudades más hermosas del mundo, estoy triste de irme, pero ahora la familia tiene de nuevo prioridad”, dijo Beckham.
Dejará el fútbol, pero Beckham seguirá siendo sin duda la figura de diversas marcas y recorrerá el mundo en calidad de embajador del PSG y del Mundial de Qatar 2022. Además, podría asumir el cargo de presidente de un club en Estados Unidos, quizá en Miami, según aseguró la BBC.
Beckham se despidió del fútbol delante de su madre, su esposa, la ex Spice Girl Victoria Adams, y sus cuatro hijos.
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