Tras la muerte del famoso peluquero y estilista hace apenas 3 semanas, los herederos empiezan una guerra por el dinero.
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La reciente muerte de Ruphert, uno de los peluqueros más influyentes de España, ha desatado una feroz disputa por su herencia. La fortuna que dejó, valorada en más de 10 millones de euros, incluye propiedades de lujo en Madrid y Valencia, que ahora se encuentran en el centro de un conflicto familiar.
El 2 de febrero de este año, el mundo de la prensa rosa sufrió una gran pérdida con la muerte de Ruphert, el reconocido peluquero cuya clientela incluía a grandes nombres como la duquesa de Alba, Rocío Jurado y Lola Flores. Nacido Ruperto Murillo en Tomelloso, a lo largo de su vida se convirtió en un personaje clave en la sociedad española, siendo un pionero al introducir la peluquería unisex y los masajes craneales en sus salones.
A pesar de su éxito, la vida de Ruphert no estuvo exenta de dificultades. Tras una serie de fracasos iniciales, que incluyeron la pérdida de un negocio en el barrio de Malasaña, fue en la capital donde comenzó a forjar su imperio. En la década de 1970, abrió su propio salón y rápidamente se hizo un nombre con su estilo innovador y vanguardista.
La herencia de Ruphert que enfrenta a la familia
Con el tiempo, Ruphert acumuló un vasto patrimonio inmobiliario, que incluye ocho propiedades en zonas exclusivas de Madrid, un apartamento en Valencia tasado en 2,5 millones de euros, y un local comercial en la milla de oro de Madrid, valorado en más de 2 millones. Este tesoro, que supera los 10 millones de euros, ha generado una disputa entre sus herederos.
Apenas tres semanas después de su fallecimiento, ya han surgido tensiones dentro de la familia, especialmente tras el entierro, que no fue bien recibido por todos los familiares. Toraya, prima de Ruphert, se quejó en un programa de televisión, lamentando que se enteró del funeral a través de las redes sociales.
Ruphert, al no tener hijos, había destinado su herencia a sus sobrinos, a quienes consideraba como sus propios hijos. Sin embargo, la distribución de las propiedades más importantes ha causado conflictos. Ángel sería quien se quedaría con la casa de Valencia, mientras que su expareja no recibiría nada, según han contado en ‘Fiesta’. Estos desacuerdos podrían culminar en un litigio legal, dado que la familia parece estar lejos de un acuerdo.
El futuro incierto de la herencia
Lo que parecía una repartición simple de un patrimonio millonario se ha convertido en una guerra familiar. La falta de acuerdo y las rencillas personales auguran un largo proceso legal que podría dilatar aún más la resolución de la herencia de Ruphert. Como bien se sabe, las herencias suelen sacar lo peor de las personas, y este caso no parece ser la excepción.
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