El presidente de Estados Unidos, Barack Obama y su esposa Michelle disfrutaron de una agradable cena en el Palacio de Kensington junto a varios miembros de la famillia real inglesa: los Duques de Cambridge y el príncipe Harry. Sin embargo, fue el benjamín de la casa, el príncipe George, el gran protagonista de la velada.
Londres ha sido la primera parada de Barack Obama durante su viaje oficial – previsiblemente el último como presidente de Estados Unidos– a Europa.
Después de compartir almuerzo con la reina Isabel II de Inglaterra, que un día antes celebraba su 90 cumpleaños, el matrimonio Obama llegaba al Palacio de Kesington, como invitados de honor de los Duques de Cambridge y el príncipe Harry.
Juntos disfrutaron de una agradable y distendida cena en la que pudimos verles conversar animadamente. Tras la cena, Barack Obama y Michelle recibieron una visita sorpresa: el príncipe George quería saludarles en persona.
Vestido con su pijama y su bata para dormir el benjamín de la familia real inglesa se convirtió en el gran protagonista de la noche. El pequeño les esperaba despierto para poder enseñarle sus juguetes, según confesaron desde el entorno del Palacio de Kesington: “El príncipe George se quedó para conocer al presidente y a la primera dama cuando llegaron al palacio. Así pudo mostrarles un caballito de madera y un peluche que previamente el presidente Obama y su esposa le habían regalado”.
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