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Una quinta manchega y una Finca Bodega en tierras albaceteñas
Conozco Alcossebre desde hace 15 años, y desde entonces han pasado unos cuantos lustros. Los que me seguís en mi #Barbireandoporspain, ya sabéis que soy de enamorarme de los lugares mágicos, esto no es de ahora, siempre me ha pasado, por eso me quedé enamorada de su luz, de sus playas y de sus atardeceres. Si, me enamoré de este rincón mágico que durante años me sigue produciendo momentos inolvidables.
En mi #roadtrip de esta semana os llevo a este rincón mágico. Aquí, la magia está en su tierra, en su mar y en sus gentes y no veo mejor manera de descubrirla que disfrutando de los templos gastronómicos de esta zona tan “rica” en todo . Vámonos de ruta gastronómica… ¿Me acompañáis?
Alein y su comida tan #mediterraneamente deliciosa
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Mis pasos me llevan cerca del centro a un lugar que fue tienda de bebidas gaseosas antes que restaurante y que fue regentada por la abuela de la dueña que era una señora moderna para la época. La tienda la heredó su hijo hasta que en los años 80 tuvieron que cambiar de tercio y, junto con su esposa, una virtuosa de la cocina y creo que me quedo corta, montaron una pizzería en Alcossebre con un toque distintivo: la masa de pizza se hacía al más puro estilo español. Esta virtuosa hizo una pruebas y el resultado fue una base con un toque de coca, de pan y de pizza. La experiencia no se puede explicar, este bocado hay que probarlo y vivirlo en directo.
Este lugar con tintes italianos lo heredaron Filia y su marido que se hicieron cargo de este bendito rincón y lo actualizaron dándole un nuevo aire. Pizzeria Alein tiene una cocina mediterránea con sabores de otras de partes del mundo. Cuentan con un producto de kilómetro cero que sus dueños se encargan de buscar minuciosamente en poblaciones cercanas, como la finca ecológica de Cap i Corb. Qué deciros de su pequeña bodega tan cuidada con vinos de pequeños productores que buscan añadir valor a través de este elixir tan especial. Una cena que comienza con una sonrisa cuando me muestran el vino de Bodegas Arraez y Chimo Bayo… Y ahí me pierdo en el estribillo de: “esta si, esta no, esta me gusta me la como yo “ … Y servidora no ha dejado nada en el plato de lo rico que estaba todo.
El Pinar : sus arroces y su slowlife
Tenía muy claro que quería probar “El Restaurante El Pinar“, ubicado en lo alto de la urbanización como su nombre indica. Desde ahí se puede ver el maravilloso skyline de Alcossebre y de la Sierra de Irta, un lugar que está lleno de pinares y que solo con la belleza de la bahía y el paisaje parece que comes. Pero no, este es un templo que año tras año la Guía Michelin le da su merecida pegatina y la luce en la puerta a modo de pasaporte de entrada.
En este lugar donde se respira el olor a pino y comida rica, me decanto por un arroz del senyoret. Qué puedo deciros, que es de los mejores arroces que he tomado en los últimos tiempos. Soy devorada de arroz y en El Pinar, el nivel es muy alto, tanto en producto como en ejecución… Es de esos arroces que según dejas que repose va ganando sabor. Me gusta comerlo en la paellera para disfrutar aún más de cada bocado .
Salí enamorada de su postre de Turrón, que me pareció sublime en el sabor.
Can Roig: producto del mar o la tierra directo a la mesa
Can Roig lleva 30 años en pie de la mano de su creador Joan. Desde marzo de 2018 lo dirije un matrimonio que forma un equipazo: él está en la cocina y ella en sala. Dos especialistas que han sabido guardar el alma mater de este templo y darle nuevos aires. ¿Su éxito?, mezclar la tradición con la innovación y los nuevos productos.
Su carta es un homenaje al Mediterráneo con gran variedad y calidad. Una carta bastante amplia con bocados excelentes pero lo que más me apetece es pescado y marisco, así que me preparan una bandeja maravillosa de pescado y marisco de la zona a la brasa, Todo en un punto perfecto que se convierte en un bocado exquisito y que mantendrá el sabor un tiempo en mi paladar.
Imaginaros un lugar con una terraza espectacular llena de velas, música, un servicio y producto excelente; un lugar que hace que se pare el tiempo y donde te dejas mecer por todo lo que tus sentidos captan mientras disfrutas de un gintonic perfecto en unos de sus rincones. ¿Qué más se puede pedir?.
Una villa convertida en restaurante y chill out
Era imposible acabar este periplo sin dejarme caer por La villa, un nuevo espacio que abrió sus puertas en Semana Santa. Se encuentra en una antigua villa de Alcossebre de la cual toma su nombre. El restaurante cuenta con un magnífico chill out a escasos metros del mar y rodeado de pinos. Imaginaros qué lugar para perderse.
Espectacular espacio con un escenario que bien lo vale, un personal que me maravilló como Lydia Duarte, que nos atendió exquisitamente .
En esta ocasión me decanté por una mariscada con productos de la zona acompañada de un vino blanco que me pareció una combinación perfecta. !La Magia estaba asegurada!.
Después de ver estos maravillosos templos gastronómicos, ya sabéis que tenéis una visita pendiente a Alcossebre para vivir la filosofía del #alcosebreando.
Hasta la semana que viene!!!!
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