Aitana conquista la alfombra roja de los Premios Odeón donde recibió emocionada el galardón como Mejor Artista Revelación.
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Aitana Ocaña conquistaba todas las miradas a su llegada al Teatro Real de Madrid que anoche se vestía de gala con motivo de la entrega de los Premios Odeón, que prometían convertirse en los Goya de la música en español.
Los Odeón son unos galardones impulsados por AGEDI (entidad que agrupa a los productores) en los que el público ha votado online entre una preselección de los organizadores de los artistas que más venden o acumulan más escuchas digitales, es decir, objetivamente los más exitosos y con más tirón.
Para la ocasión, Aitana volvió a triunfar con un magnífico y sensual vestido negro de brillantes. Un diseño que destaca por su escote y una abertura central en la zona de la falda. La cantante ha completado su estilismo con unas sandalias de tacón plateadas, joyas muy finas a juego y un maquillaje de YSL.
Aitana Ocaña – Mejor Artista Revelación
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Tras conquistar al público con su magnífica actuación junto a Antonio José, Aitana volvía a subir al escenario, muy emocionada, para recibir el premio a la Artista Revelación. Sus lágrimas al subir al escenario son el reflejo de la emoción que ha sentido.
Con la naturalidad que la caracteriza, la ex concursante de Operación Triunfo pedía perdón por tardar en llegar al escenario ya que no está acostumbrada a andar con tacones, y eso le ha dificultado el trayecto.
Después, sin poder ocultar su emoción y felicidad, ha dado las gracias por el Premio Odeón. Primero se lo ha dedicado a sus compañeros de nominación, asegurando que ese galardón era suyo y de todos ellos. Y continuaba sus palabras:
“También se lo quería dedicar sobre todo a mi público y a la gente que me sigue porque básicamente me lo han dado ellos. Porque estoy muy orgullosa de cómo son conmigo y muy contenta de todo lo que está pasando conmigo… Gracias. Siempre lo digo pero gracias de verdad por creer en mí y gracias por hacer que yo misma crea en mí. Y también, para acabar, este premio se lo quería dedicar a las tres mujeres de mi vida que han venido hoy aquí: mi tía Merce, mi madre y mi prima Olga que está siempre conmigo y hacemos el camino juntos“.
“Os quiero muchísimo”, concluía sin poder ya evitar las lágrimas.
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