Lo Logré – 5 consejos para mantener la motivación ante cualquier reto.
Índice de Contenidos
Junto con el inicio de año, el verano suele ser un momento para fijarse objetivos. Aunque las vacaciones nos lleven lejos unos días o vayamos a pasarlas al sol en la piscina del barrio, sentimos que llega un momento de cierta libertad con el cambio de estación. Los días son más largos y quizá con menos trabajo y con más tiempo para pensar.
Muchos ven la oportunidad de aprender un idioma, de realizar un curso que durante el resto de año no podrían, de practicar ejercicio habitualmente y cuidarse más…
El buen tiempo y, sobre todo, el tiempo libre, nos animan a comprometernos con cosas nuevas y excitantes, al menos el primer mes. Porque quién no tiene la experiencia de empezar septiembre con un pobre recuento de sus logros.
Todos comenzamos llenos de compromiso y energía, normalmente en un arrebato de decisión, y sin tener muy claro cómo evolucionarán las cosas. Nos embarcamos en proyectos con mucha ilusión y poca preparación. Así es normal que, a medida que van pasando los días, el ánimo decaiga, el compromiso se haga más ligero y, finalmente, los avatares diarios terminen por imponerse.
Para saber un poquito más sobre la motivación, la pieza fundamental cuando se trata de lograr cosas en un futuro más o menos cercano, definámosla primero:
La motivación es el deseo o la necesidad que activa y dirige nuestro comportamiento para conseguir un objetivo. Es decir, mi deseo de estar más saludable activa que quiera salir a correr por las mañanas, y que lo haga.
Para todos aquellos que ya han elaborado su pequeña lista de objetivos para este verano, aquí van algunos trucos para manejar el desánimo y la pereza y mantener la motivación.
1.- PÁRATE A PLANIFICAR
Cuando el deseo de hacer algo nuevo llega, este puede ser tan fuerte que establezcamos un compromiso sin habernos detenido para pensar en algunos aspectos importantes, que más adelante influirán mucho en si lo lograremos o no.
Los Objetivos SMART fueron desarrollados por George T. Doran y reúnen cinco conceptos fundamentales a explorar para conseguir una meta:
S de Specific o Específico: los objetivos han de ser concretos y delimitados. Deben contener un porqué, un cómo lo haremos y un cuándo. Ejemplo: saldré a correr todas las mañanas de ocho a nueve porque quiero ser capaz de correr diez kilómetros en seis meses.
M de Medibles: han de poder contabilizarse de alguna manera para saber que vamos en la buena dirección. Ejemplo: quiero reformar mi casa este verano. Sabré que voy por buen camino si en julio ya he terminado dos habitaciones.
A de Alcanzables: significa que sea una meta realista, dentro de nuestras posibilidades.
Ejemplo: quiero pasar más tiempo con mis hijos, pero el día sólo tiene 24 horas y paso 8 trabajando. Pasaremos más tiempo juntos las tardes de los martes y jueves, que son los días que libro.
R de Relevantes: que pertenezcan a un plan vital más amplio. Ejemplo: quiero retomar el inglés porque pronto será imprescindible para hacer las oposiciones y quiero ser funcionario.
T de Tiempo: acotados en el tiempo y con fecha límite. Ejemplo: al final de agosto habré completado el libro de ejercicios y podré presentarme al examen a principios de septiembre.
2.- USA EL SILENCIO A TU FAVOR
Comparte tu proyecto u objetivos sólo con las personas que tengas más cerca y hazlo de manera que no añada presión a la ecuación. Abstente de hacerlo con personas que te cuestionen y te resten confianza. Después podrás compartir con todos lo que realmente hayas conseguido. Tus expectativas empiezan y acaban en ti.
3.- TODO CUENTA
Estudia qué recursos posees ya que te ayudarán en el camino, quién eres tú y qué cosas te hacen disfrutar. Piensa también en cómo sueles salir de los atolladeros normalmente, y cómo reactivar tu interés cuando lo necesitas. Sabemos mucho más de nosotros mismos de lo que pensamos.
4.- ATENTO A LO BUENO
No todo va a ser ascender claramente durante el proceso. A veces se ralentizará la velocidad a la que consigues cosas y en otras te parecerá que has dado un paso atrás. Considera realmente si esto es así. Piensa qué has hecho tú para mantenerte en el ascenso y, cuando retrocedas, explora por qué ha sido. Quizá necesitas hacer algún cambio y un mal momento puede darte la oportunidad de hacerlo.
5.- CELEBRA
Concédete un tiempo para disfrutar plenamente de lo que has logrado, sin adelantarte a nuevos objetivos. Quédate en el presente y explora los cambios que has hecho y los efectos que ha tenido en tu vida a corto, medio y largo plazo. Quizá descubras mucha más satisfacción de que pensabas.
Elena Sánchez- Porro Frías e Irene Albert Cebriá.
Deja un comentario