¡Mi hija está embarazada!

¡Mi hija está embarazada! -¿Cómo actuar ante un embarazo de una hija adolescente?-

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1 ¡Mi hija está embarazada! -¿Cómo actuar ante un embarazo de una hija adolescente?-
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Como todos sabemos y gracias a que los medios de comunicación nos informan al respecto, en España se ha ido registrando año tras año una mayor precocidad en el inicio de las relaciones sexuales en la adolescencia, en concreto a los 16 años, aunque algunas otras publicaciones señalan la edad de 14 años, algo que asusta y mucho, a los padres con hijos en esas edades y que no sabrían cómo actuar ante un posible embarazo no deseado de “sus pequeños”. Hoy en concreto no nos vamos a centrar en cómo prevenir este tipo de embarazos, sino que nos ponemos en el lado de los padres, ¿Cómo actuar ante una noticia de este calibre?. En el momento de recibir la noticia, lo más probable es que se sienta un cúmulo de emociones, desde: desilusión, pena, miedo por el futuro de la adolescente, hasta culpabilidad pensando que si hubiese protegido más a su hija esto no hubiera sucedido. También estarán preocupados por la reacción de los demás: vuestros amigos, familiares, etc. Pero finalmente os daréis cuenta que lo importante es vuestra hija y que precisamente ahora, no es un buen momento para dejarla sola de la mano de Dios, pues no deja de ser una joven adolescente, y este un momento en el que la comunicación será esencial. Una vez que sabemos que nuestra hija está embarazada, ya no podemos hacer nada en relación al pasado para evitarlo, ahora lo que podemos hacer es planificar un mejor futuro. La primera recomendación es no dejar a la niña a su propia suerte como decíamos anteriormente. Una vez digerida la noticia, hay familias que optan por seguir adelante con el embarazo y otras que deciden interrumpirlo, aunque esta decisión le corresponde en última instancia a la chica. En esta última alternativa, incluso siendo una decisión respaldada por los padres, nosotras recomendamos acudir siempre a un psicólogo profesional en la materia, para que la ayude a escucharse y decidir. Asimismo, puede ser una gran ayuda para afrontar la situación. Incluso cuando la decisión es clara, no es una experiencia fácil y el acompañamiento es fundamental. En el caso de seguir adelante con el embarazo, os recomendamos hablar con la familia del padre del futuro bebé, ya os decíamos al comenzar el artículo, que la comunicación será esencial. Aunque la naturaleza nos haya dado a las mujeres una estructura fisiológica para que el feto se desarrolle en nuestro interior, esto no significa que el padre del bebé no tenga derecho a opinar, pues ha sido también responsable de que el embarazo suceda. Es importante que, con serenidad y mucha lógica, ambas familias lleguéis a acuerdos: seguir o no juntos con la relación de pareja (esto es una decisión de los jóvenes, pero hay que aconsejarles que no sigan juntos por el bebe, pues si entre ellos no son felices no van a saber transmitirle felicidad al pequeño), tomar decisiones sobre la crianza, qué van a aportar unos y otros. Decisiones que en definitiva hay que tomar con responsabilidad y conocimiento de causa. Debemos acudir al sentido de la solidaridad y ayuda, sin embargo no debemos confundir esto con que vamos a asumir enteramente la responsabilidad del que será ahora nuestro “hijo”-nieto, porque que quede muy claro, va a ser nuestro nieto. Nuestra hija deberá ser quien tome las riendas de la crianza y educación de su hijo y nosotros permaneceremos a su lado, ayudando pero no asumiendo la responsabilidad. Ofrezca consejos, pero recuerda que usar amenazas u obligar a que acate lo que usted quiere que haga, puede volverse en su contra a la larga en la relación con su hija. Para concluir deciros que, si esta situación os supera en cualquier momento del embarazo, no dudes en acudir a un profesional, o a alguna asociación especializada, esto no solo será útil para vosotros, también para vuestra hija. Aunque siendo un shock en el momento de enterarse de la noticia, finalmente y probablemente, será una experiencia gratificante tener a un nuevo miembro en la familia aunque luego el día a día sea diferente e incluso con momentos duros. De nada va a ser recriminar a los jóvenes, porque no usaron métodos anticonceptivos (este tipo de situaciones pueden ocurrir aun habiéndoles dado una buena educación sexual). Ayudémosles a afrontar el futuro, preguntándoles cómo se sienten y sea cual sea la decisión que se tome darles nuestro apoyo y amor incondicional. Al fin y al cabo por mucho que planeamos la vida, esta puede darnos muchas sorpresas y lo mejor es intentarla vivirlas de la forma más feliz que encontremos.