En el tranquilo entorno residencial de Pinar de Antequera, en las afueras de Valladolid, el Restaurante Llantén es el lugar perfecto para disfrutar no solo de su excepcional oferta gastronómica, sino también de su encantador jardín.
Restaurante Baelo – Una Oda al Atún Rojo de Almadraba en Torrelodones
Los mejores 10 restaurantes de Marbella y alrededores que no debes perderte
El restaurante Llantén se caracteriza por contar con todos los elementos y requisitos necesarios para cumplir con las expectativas de sus clientes. Este establecimiento propone una combinación entre la cocina tradicional e internacional, manteniéndose siempre enfocado en la renovación de sus platos y en resaltar los productos más frescos y locales de cada temporada.
Un escenario gastronómico en plena naturaleza
Con la llegada del buen tiempo, el restaurante abre su encantador comedor al aire libre, rodeado de jardines y arboledas, creando un ambiente único en las afueras de la capital castellanoleonesa. Este oasis natural complementa la experiencia gastronómica, transmitiendo una sensación de bienestar adicional. El jardín de Llantén, con su estilo ibicenco, es el corazón del restaurante, donde los comensales pueden disfrutar de la oferta culinaria de Javier Simal en armonía con la naturaleza.
Propuesta Gastro
Llantén presenta una propuesta culinaria sencilla y auténtica, utilizando productos locales y estacionales de Castilla y León. Su menú se ajusta a la disponibilidad de ingredientes frescos, ganando fidelidad de los clientes gracias a su cercanía. Los platos se basan en recetas tradicionales regionales, integrando técnicas globales sin perder su esencia cultural. Esta fusión asegura una experiencia gastronómica genuina y moderna, preservando siempre la identidad de la región.
Entre sus entrantes, os recomiendo “las alcachofas acompañadas de almejas y huevo poché” y unos “espárragos blancos y verdes” de la vecina Tudela de Duero, recién cocidos y servidos con aceite virgen extra, sal negra y salsa holandesa.
La lenteja pardina y el garbanzo predosillano de Triticum o el caparrón burgalés hacen honor a la legumbre castellana elaboradas con ciervo, gamba roja o perdiz roja, respectivamente y revalidan en toda temporada un producto asociado firmemente a la Comunidad autónoma. Entre los guisos, los callos con pata y morro son de vaca de la Sierra zamorana de la Culebra.
En cuanto a los segundos, no os perdáis sus espectaculares arroces de grano artesano, tipo Bahía de Sueca (Valencia), se sirven con calamar y gamba blanca, con rape y langostinos o con osobuco de vaca sanabresa. Si eres amante del buen pescado, el de Llantén procede de la lonja de Coruñesas, pedido la noche anterior, como el rascacio de roca, cuyos colosales lomos se sirven fritos y troceados, el salmonete de roca en piezas de ración a la parrilla de leña o el carabinero gigante abierto y asado al horno.
Deja un comentario