La reina Letizia ha estrenado, en Austria, un vestido de pata de gallo en blanco y negro de Pedro del Hierro.
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Un día después de celebrar el 54 cumpleaños de don Felipe, en la intimidad familiar, los Reyes tomaron un avión rumbo a Viena para cumplir con el primer viaje oficial a Austria de su reinado. Don Felipe y doña Letizia aterrizaban en la capital poco antes de la una del mediodía y en el aeropuerto fueron recibidos con una ceremonia oficial de bienvenida y honores militares.
Tras aterrizar en la capital austriaca, los Reyes ponían rumbo a su primera parada. Se trataba de un acto de bienvenida en el Palacio Imperial de Hofburg, el que fuera la residencia de la familia real en el pasado, presidido por el presidente Alexander Van der Bellen y su esposa Doris Schmidauer. En el primer posado frente a las puertas del palacio, hemos podido comprobar que la reina ha querido apostar por un estilismo muy sobrio pero sin perder la elegancia que la caracteriza para la ocasión.
Doña Letizia lucía un impecable abrigo negro de largo midi firmado por Carolina Herrera, de estreno, aunque ya le habíamos visto lucir el mismo modelo, en su versión rosa, durante un viaje a Suecia el pasado mes de noviembre. Además, para combatir el frío, completaba su estilismo con una pashmina negra que ha llevado elegantemente anudada al cuello.
Como complementos, sus salones negros y el bolso de Nina Ricci, a juego. Por último, La reina ha lucido un semirrecogido que despejaba totalmente el rostro y destacaban los pendientes de perlas y brillantes.
Una vez dentro del Palacio de Hofburg, la reina Letizia ha mostrado su nuevo vestido midi con estampado de pata de gallo. Se trata de una pieza en blanco y negro de la nueva colección de Pedro del Hierro, aunque ya no está disponible. Un elegante diseño de cuello redondo y con mucho vuelo, que se ajustaba a su cintura con un cinturón negro de Burberry, que es ya un clásico en su vestidor.
Posteriormente, los Reyes rendían un emotivo homenaje a las víctimas del nacionalsocialismo, y en especial a los miles de españoles que perdieron la vida en el campo de concentración austriaco de Mauthausen. Y, finalmente, asistían a la inauguración de la exposición “Dalí y Freud. Una obsesión”, que tiene lugar en el Museo Belvedere de Viena.
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