Desde siempre la sal ha sido un elemento de enorme importancia en la alimentación humana, hasta el punto de ser motivo de guerras, alianzas y trueques. Recordemos que de ella deriva la palabra “SALARIO”. Parece ser, que hace siglos se empleaba para recompensar a los soldados egipcios o romanos como pago a cambio de servicios. Hoy vamos a hablaros de cómo afecta la sal en nuestra salud.
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Es bien sabido que a medida que se incrementa el consumo de sal también es frecuente el aumento de la presión sanguínea, pero esto es imperceptible de forma inmediata. Es decir no avisa y con el paso del tiempo sucede de forma brusca el “evento” que a nivel cerebral es el ICTUS o ACVA (accidente-cerebro-vascular-agudo) y a nivel coronario, es la cardiopatía isquémica en forma de Angina o IAM. Según datos de la OMS, la hipertensión es la causante del 62% de los accidentes cerebrovasculares y del 42% de las enfermedades del corazón.
Por ello, en múltiples estudios se evidencia que la ingesta elevada de sodio estuvo asociada con un mayor riesgo de “Ictus” independientemente de los factores de “riesgo vasculares”. En la actualidad la Asociación Estadounidense del Corazón sugiere que las personas limiten su ingesta de sodio a menos de 1.500 miligramos diarios. Mas restrictivos que La OMS, que aconseja un límite de 2.000 mg. Además, el consumo excesivo de sal produce otras alteraciones como Insuficiencia renal, Osteoporosis, etc.
Por todo lo cual los expertos y los funcionarios de salud pública, consideran que deben tomarse medidas por parte de la industria para disminuir el sodio en los alimentos preparados y las comidas de los restaurantes. Ésto, que es difícil de un día para otro, sería mas factible con medidas de educación y habituación como se está pactando con las grandes empresas de comida rápida (Burger King, Domino’s Pizza, Kentucky Fried Chicken, McDonalds, Pizza Hut y Subway), para conseguir que rebajen los niveles de sal, gradualmente a lo largo de varios años, en sus más de 2.000 productos.
En España el consumo es alto especialmente por el pan, los embutidos y el queso. Especialmente nos ingresa en productos manufacturados, conservas, etc. Por lo que parece que también se está llegando a acuerdos entre industria y Ministerio de Sanidad.
Unos últimos consejos: No se engañen cocinando sin sal y empleando para saborizar los sopicaldos, (muy ricos en sal). No utilicen el salero en la mesa. Cocinar sin sal y añadir una mínima cantidad en la superficie de la comida o mejor añadir especias, ajo o limón.
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