La reina Máxima de Holanda se convirtió en el centro de todas las miradas con su último estilismo, de “princesa”, para asistir al concierto conmemorativo del Día de la Liberación, cuando los holandeses recuerdan el fin de la ocupación alemana en mayo de 1945.
Los Reyes de Holanda han presidido, un año más, el concierto anual del Día de la Liberación en Amsterdam. Para esta ocasión tan especial, Máxima de Holanda ha elegido a uno de sus diseñadores preferidos para las citas más especiales: el danés Claes Iversen.
Se trata de una magnífica creación llamada Anja personalizada para la reina Máxima, sin las trasparencias y grandes aberturas que lució la modelo durante la presentación de la colección couture Wanting, Needing, Waiting en la pasarela de holandesa el pasado mes de febrero.
El diseñador ha adaptado para la reina Máxima la esencia de su diseño original convertido en un magnífico vestido de largo midi y con vuelo en la falda, de color beis, bordado de lentejuelas el cuerpo con degradado descendente, que se ajustaba a su cintura con un enorme cinturón. Los zapatos de charol del mismo tono con un pequeño lazo, son de Salvatore Ferragamo.
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