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- Deshazte de una tradición que se haya vuelto cansada o aburrida.
Las tradiciones personales y familiares son una parte importante de la temporada navideña, pero a veces continuamos con determinadas costumbres que no son tan divertidas. Haga un inventario de sus tradiciones y vea si hay alguna necesidad de eliminar alguna de su lista. Por ejemplo, podría ser algo que haga el día de Navidad o un regalo en particular que le de a alguien todos los años. Limpie una tradición que se haya vuelto obsoleta para dar cabida a una nueva.
- Crea una nueva tradición de temática adulta.
Las personas a veces tienen la sensación de que las vacaciones navideñas, están solo destinadas a los niños y ellos se divierten, y los adultos simplemente se quedan atrapados con las facturas de las tarjetas de crédito y el agobio por el excesivo consumo. Si estás en este bache en particular, piensa qué cosas o que experiencias te harían las fiestas más divertidas. Puede ir desde darse un atracón de algo, pasar más tiempo con su pareja viendo una maratón de series y películas, dedicarle más tiempo placentero a la cocina o simplemente no hacer nada, tan solo relajarse.
Reconozca que la gran parte de las vacaciones para adultos es que puede decidir qué desea hacer con su día libre.
- Crea una tradición que te conecte con tu niño interior
Para equilibrar la tradición temática para adultos que acaba de crear, pruebe una que lo reconecte con lo divertido de la Navidad para los niños. Esto podría ser algo como hacer galletas con la forma de tus iniciales en la mañana de Navidad, decorar cupcakes, hacer adornos navideños, vestirte, o lo que sea que te recuerde por qué encontraste la diversión navideña cuando eras niño.
- Dese un regalo que reduzca su estrés futuro
Piense qué regalos reducirían su estrés futuro. Podrían ser cosas como:
– comprar una suscripción de Dropbox u otro tipo de solución de respaldo para tu ordenador.
– arreglar algo que está roto en tu casa y te vuelve loco.
– cambiar a un mejor producto de seguro de salud para evitar futuras preocupaciones por si enfermas.
Lo anterior puede sonar aburrido, pero si te enfocas en algo en donde la recompensa es reducir el estrés de forma continua, de repente pueden comenzar a parecer regalos más emocionantes.
- Date más tiempo para hacer las cosas.
Debido a que es fácil subestimar cuánto tiempo demorarán las cosas, intente permitirse entre un 20 y un 25% más de tiempo por encima del tiempo que espera que lleve cualquier tarea. Esto te permitirá divertirte más con lo que sea que estés haciendo, en lugar de apresurarte y sentirte derrotado.
Puede recapturar este tiempo adicional simplificando y agilizando, por ejemplo, preparando un plato menos para su mesa de vacaciones o permitiendo que un invitado traiga el postre.
- Acepta la no perfección.
Las personas que ponen mucho esfuerzo en Navidad a menudo quieren que todo vaya perfecto y se sienten decepcionados y frustrados cuando no lo hace. Desde retrasos en los viajes, hasta parientes malhumorados, horneados fallidos o personas que no aman sus regalos tanto como esperabas, siempre hay cosas que no funcionan a la perfección y que escapan a tu control.
DISFRUTA LA NAVIDAD SEA DE LA FORMA QUE SE. NADA ES PERFECTO.
Elena Sánchez-Porro Frías e Irene Albert Cebriá
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