Por Vanessa Pragasam
Pese a haber entrado ya en el mes de octubre y estar en pleno otoño las temperaturas no dan tregua, sigue haciendo calor pero, por otro lado, se acerca el día de la Hispanidad, una fiesta nacional que abre la posibilidad de disfrutar de un suculento puente festivo acompañado del buen tiempo… 4 días para reunirnos con los amigos, la familia o con tu pareja en torno a la buena mesa. ¿Dónde?, en el restaurante San Francisco… Un paraíso natural a las puertas de Madrid.
Situado en el Monte de El Pardo, este restaurante de toda la vida comenzó en 1950 como un merendero de la época forjando su éxito con productos de caza propios de la zona como el venado, el corzo y el jabalí. En 1980, Roberto Serrano tomó las riendas de San Francisco transformándolo en lo que es hoy: un espacio singular de 5.500 m2 de superficie donde disfrutar de una gastronomía exclusiva en un privilegiado entorno natural.
Desde que traspasas sus puertas te sientes como si hubieras dejado muy lejos la ciudad, se respira paz y tranquilidad… Es el lugar perfecto para una agradable comida con los amigos, reuniones de empresa o para celebrar los momentos más especiales que surgen a lo largo de nuestras vidas. Elegantes salones, carpas individuales, zonas ajardinadas… Sólo tenéis que escoger vuestro espacio y disfrutar!!.
En cuanto a su oferta gastronómica cuidan al máximo la calidad, cocina de mercado con toques modernos y siempre respetando los productos sin desvirtuar sus sabores… Pescados frescos traídos de la lonja de Vigo, la mejor selección de carnes rojas procedentes de la zona del Bierzo y Lugo y el mejor jamón ibérico de Bellota y embutidos ibéricos, en su punto de maduración, con D.O. Guijuelo-Salamanca, Extremadura y Jabugo.
Nuestra experiencia comenzó de la mejor manera posible: salmorejo y chistorra de Navarra, de la cual me considero amante y fan, seguido de un “pastel de puerros sobre salsa de boletus”. Roberto quiso sorprendernos con una mezcla de lo más original, “lechuga sabrosa, algas wakame y gambas de Denia al ajillo”, ¿a que pinta bien?… Pues sabe mucho mejor.
Le toca el turno al segundo plato y no podíamos dejar de probar sus especialidades: “sapitos de rape a la Bilbaína”, “chuletón de vaca rubia al carbón” y “chuletitas de cordero lechal”, que según dice el protocolo, pueden comerse con las manos y, nunca mejor dicho, están para chuparse los dedos!!.
No hay nada mejor que dejar un hueco para el postre, sobre todo para aquellos amantes del dulce… Imprescindibles la “Pantxineta casera de hojaldre y crema templada” y el “tiramisú”.
San Francisco es de esos lugares que piensan que los niños necesitan espacio y los padres tranquilidad, por eso, han incorporado animación infantil de payasos y pintacaras para que unos y otros disfruten de la comida y de la sobremesa… Te ofrece el emplazamiento perfecto, mimando al detalle las celebraciones de sus clientes.
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