Con un look muy juvenil, la princesa Charlene reapareció y brilló con luz propia en el Gran Premio de Fórmula Uno de Mónaco.
Este fin de semana se ha corrido una de las carreras más esperadas de la Fórmula 1, el Gran Premio de Mónaco, donde se une a la perfección el glamour de la F1 con el propio del principado.
Además, por tradición, los Grimaldi siempre se vuelcan con esta prueba y ejercen de perfectos anfitriones presidiendo la carrera y participando activamente en la misma.
Este fin de semana pudimos ver al príncipe Alberto II de Mónaco y a su esposa, la princesa Charlene, que en todo momento se mostraron con una gran complicidad, en la entrega de premios a los grandes triunfadores de la competición. En esta ocasión fue el inglés Lewis Hamilton quien consiguió el título.
A la princesa Charlene se la vio feliz, con una gran sonrisa, e integrada en el evento deportivo. Muy elegante en su reaparición pública con una blusa blanca que combinó a la perfección con unos pantalones del mismo color y una gran banda rosa en los laterales de las piernas.
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