El pasado noviembre comenzó la temporada de grullas en este espacio natural, que suele durar hasta marzo, alargándose algunos años hasta abril. La Laguna de Gallocanta cada invierno llega a reunir hasta 100.000 aves, entre las que destacan las grullas, convirtiéndose así en unos de los lugares de encuentro ornitológico más importantes de Europa.
La Laguna de Gallocanta es la más grande de la Península Ibérica, un interesante espacio natural desde el punto de vista geológico y botánico, en el que las grullas cobran protagonismo en el atractivo ambiente ornitológico. Estas aves encuentran descanso en la Laguna, en su fenómeno migratorio desde o hacia Europa. El atardecer es el momento clave del avistamiento, cuando las grullas regresan a los dormideros después de buscar alimento.
Los amantes del turismo ornitológico acuden cada año a Gallocanta, pero cualquier turista debería acercarse en algún momento de su vida para disfrutar de este maravilloso espectáculo. Además, en este paisaje de extensas llanuras se puede encontrar un centro de interpretación, para conocer más a fondo estas aves.
Junto a este enclave de turismo ornitológico se encuentran los Balnearios Sicilia y Serón, ampliamente conocidos en la región por sus aguas minero-medicinales, que fueron declaradas de utilidad pública en 1860. Estas aguas poseen propiedades terapéuticas, diuréticas, antioxidantes, analgésicas y relajantes, que le otorgan a estos Balnearios un concepto diferente de termalismo. Sin duda, el plan perfecto después de un largo paseo por el Río Mesa y la Laguna de Gallocanta, disfrutando del avistamiento de aves.
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