Este domingo 8 de noviembre se celebra el Día Mundial del Enoturismo y Bodega Otazu es el destino ideal para disfrutar de una experiencia que une patrimonio histórico, arte contemporáneo, naturaleza y cultura enológica.
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Las mejores experiencias de enoturismo en plena naturaleza en Ribera del Duero
El 8 de noviembre se celebra el Día Mundial del Enoturismo y es la ocasión perfecta para emprender una aventura que aporte conocimiento, cultura y diversión en torno al mundo del vino. Bodega Otazu abre las puertas de su viñedo para disfrutar de un otoño de vendimia, ofreciendo una experiencia vitivinícola diferente, así como para explorar Otazu, un lugar con una magia particular gracias al enclave donde se encuentra ubicado y su exclusiva mezcla de arte contemporáneo y vino.
Todos los vinos que se producen en estas tierras se obtienen exclusivamente de las uvas procedentes de las 116 hectáreas de viñedo propio que rodean la bodega. Un viñedo certificado como Denominación de Origen Protegida Pago, la máxima categoría que puede obtenerse en España (sólo 19 bodegas la ostentan) y que garantiza la selección y la personalidad inimitable de cada uno de sus vinos.
La opción de visitar una bodega de la mano de expertos, disfrutar de la tranquilidad de los viñedos y sus paisajes, así como deleitarse con una cata de vinos, hacen de esta forma de viajar una alternativa perfecta y segura dada la situación sanitaria actual. Bodega Otazu, que mantiene su habitual propuesta de enoturismo, se presenta como un destino perfecto para disfrutar de este tipo de escapadas. Además, en esta ocasión se añade la posibilidad de participar – de forma simbólica- en la vendimia y, de esta manera, experimentar una de las partes más esenciales del proceso de elaboración de los vinos. Esta bodega, la más septentrional de España para la producción de vino tinto, supone la unión perfecta entre tradición, patrimonio histórico, arte contemporáneo, naturaleza y vino.
Situada a 15 minutos de Pamplona, Bodega Otazu invita a los amantes del vino a disfrutar de una experiencia enológica completa, de calidad y, en especial, segura.
Si hay una característica que represente a Bodega Otazu es el afán por expandir su marco de actuación más allá de la elaboración de vinos de una calidad excelente. Su apuesta por la unión de arte contemporáneo y vino o su pretensión por convertirse en un destino enoturístico excepcional son pruebas de que esta bodega, cuyo viñedo con D.O.P Pago es el más septentrional de España, se ha convertido en un referente para el sector vitivinícola en todas sus áreas. Estos son algunos de los motivos esgrimidos por los V Premios de Enoturismo ‘Ruta del Vino de España’ al galardonar a Bodega Otazu con una de sus distinciones, falladas recientemente por la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN). Esta iniciativa, en la que participan instituciones que forman parte del club de producto Rutas del Vino de España, “persigue reconocer públicamente la labor de empresas y de territorios en el desarrollo y enriquecimiento continúo de la oferta enoturística de nuestro país y el esfuerzo desarrollado para este fin”. Bajo esta línea, Bodega Otazu ha sido galardonada en la categoría ‘Mejor Bodega Abierta al Turismo.’
Bodega Otazu: vino, arte naturaleza e historia
Durante la visita a Bodega Otazu los visitantes se pueden adentrar en los orígenes más remotos de historia del señorío: la iglesia románica del siglo XII, una torre de defensa y palomar del siglo XIV y el Palacio Cabo de Armería del siglo XVI. Además, allí se encuentra la obra Tiempo, ganadora del Premio Bienal de Arte Monumental de la Fundación Otazu 2019-2020.
También se podrá conocer el Museo del Vino, en el que se cuenta la historia de Otazu y alberga herramientas antiguas que se usaban en etapas anteriores. El recorrido sigue con la visita a Fundación Otazu (galardonada con el Premio “A” al Coleccionismo 2020 que otorga a la Fundación ARCO), en la que puede verse la colección permanente y la colección temporal. La primera cuenta con alrededor de 700 obras de artistas reconocidos internacionalmente como Manolo Valdés, Antoni Tàpies, Millares, Ai Weiwei, AnishKapoor, Héctor Zamora o AsierMendizabal, entre otros. La segunda está dedicada a Elena Asins como recuerdo del significado de esta tierra de Navarra en su obra y todo lo que hizo por sus gentes. Se centra en su etapa artística final sobre todo en su investigación artística de Antígona de Sófocles. Esta muestra incluye obras en préstamo del Museo Reina Sofía, una colección privada y piezas de la Colección de la Fundación Otazu.
En esta parte de la visita se puede apreciar el diálogo entre arte y vino, uno de los principales atractivos de Otazu. Tanto el Museo del Vino como la Fundación Otazu se encuentran en el edificio original de 1840 que ha sido restaurado y el cual da paso a la actual sala de barricas de Bodega Otazu, obra del arquitecto Jaime Gaztelu. La Catedral del Vino, como se le conoce en la bodega a este espacio, es un lugar mágico en el que reposan centenares de barricas con cantos gregorianos de fondo creando una experiencia inolvidable.
La sala de barricas de Bodega Otazu alberga la obra Ambientación de CromosaturaciónOtazu (2018) del artista venezolano Carlos Cruz-Díez, uno de los mayores exponentes del arte cinético. Como colofón a la visita se realiza la cata de tres vinos de Bodega Otazu, con la posibilidad de elegir vinos de gama superior. Esta visita se puede completar con alguna de las actividades del programa de experiencias de Bodega Otazu, que van desde un maridaje de pinchos hasta sobrevolar el Señorío de Otazu y sus 116 hectáreas de viñedo.
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